Mohammed Houli Chemlal, el terrorista que sobrevivió a la explosión del chalet que servía de base operativa a la célula yihadista de Ripoll, ratificó ayer en la Audiencia Nacional las sospechas de que el grupo preparaba varios atentados de mayor magnitud. Houli Chemlal, que se encuentra ya en prisión incomunicada y sin fianza, afirmó ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que su propósito era hacer explotar varias furgonetas en "monumentos e iglesias".

En una declaración de hora y cuarto, el que se convirtió en la principal fuente de la investigación desde que hubo constancia de la relación de la explosión de Alcanar con el atropello masivo que dejó trece muertos en las Ramblas, afirmó que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, muerto también en la casa, tenía intención de inmolarse.

El único superviviente de la explosión de Alcanar relató que en el momento de la detonación se encontraba en el porche de la vivienda recogiendo los platos de la cena, circunstancia que lo salvó de perecer. Mohammed Houli aseguró que hacía dos meses que la célula planeaba atentados con bomba en "monumentos" de Barcelona.

En su defensa dijo que no pretendía hacer daño y que propuso atentar de noche para que hubiera menos víctimas. Esa intención choca con el hallazgo en Alcanar de "gran cantidad de clavos para ser utilizados como metralla", además de "gran cantidad de bombonas de butano, productos como acetona, agua oxigenada, bicarbonato" y "pulsadores para iniciar la explosión". Esos hallazgos "dejaron patente que en aquel lugar se estaban confeccionando artefactos explosivos con la finalidad de cometer una acción terrorista de gran envergadura", según el auto del juez Andreu, titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional.

La misma resolución deja constancia del hallazgo de varios comprobantes de compras que muestran que los días 1 y 2 de agosto adquirieron "una ingente cantidad de acetona", al menos 500 litros, así como el material necesario para la confección de explosivos. De todo ello, concluye el juez, "se desprenden indicios racionales de que el grupo investigado, en los días y horas previas a la explosión de la vivienda de Alcanar, compraron todo el material necesario para la confección de los artefactos explosivos y que, durante su manipulación a última hora del día 16 de agosto de 2017, se produjo la explosión que acabó con la vida, como mínimo, de dos de ellos y dejó herido a uno". Esa deflagración forzó a los yihadistas a cambiar de planes y a optar por métodos de ataque más rudimentarios

El juez Andreu detalla también que varios miembros de la célula compraron solo tres hora y media antes cuatro cuchillos y una hacha con los que pretendían acuchillar esa noche a quienes se encontraran en el paseo marítimo de Cambrils. allí sumaron su decimocuarta víctima

Andreu dicta prisión incomunicada y sin fianza para Driss Oukabir, el primer sospechoso y el primer detenido. Al igual que los otros tres presunto miembros de la célula, Oukabir responsabilizó al imán de Ripoll de planificar los atentados. Entre los restos de la casa de Alcanar se halló documentación del imán, varios billetes de la compañía Vueling con destino a Bruselas a su nombre y una escrito en árabe cuyo encabezamiento reza "Breve carta a los Soldados del Estado Islámico en la tierra del Ándalus para los cruzados, los pecadores, los injustos, los corruptores".

Por otro lado, ha dejado en libertad provisional a Mohamed Aallaa, de 27 años, detenido en Ripoll y hermano de Sadi Aallaa, abatido en Cambrils, "ya que los indicios existentes sobre su presunta colaboración con el grupo investigado no son lo suficientemente sólidos". Aalla tendrá la obligación de comparecer cada lunes ante el juzgado de su residencia.

Por último, sobre Salah El Karib, de 34 años y que regenta un locutorio, ha prorrogado su detención durante 72 horas más hasta que se aclare su participación en los hechos con la práctica de más diligencias.

En Marruecos se detuvo ayer a la tercera persona relacionada con la célula de Ripoll, Hicham Ennadih, un butanero que fue vecino de Younes Abouyaaqoub, el conductor de la furgoneta de las Ramblas abatido ayer por los mossos en Subirats, a cincuenta kilómetros de Barcelona..