Galicia se echó ayer a la calle para mostrar su repulsa por los ataques del yihadismo en Cataluña. Vecinos de prácticamente todos los pueblos y ciudades de la comunidad gallega guardaron minutos de silencio por las víctimas y profirieron aplausos de ánimo a todos los afectados por el atropello múltiple del jueves en las Ramblas y por el posterior atentado en Cambrils.

En la Praza do Rei de Vigo, ante la casa consistorial, se guardaron cinco minutos de silencio en unos actos que se repitieron a lo largo de toda la geografía español.

El alcalde vigués, Abel Caballero, apeló a la "convivencia, cordialidad" y afirmó: "Todos nos sentimos parte de Cataluña, demócratas y ciudadanos que queremos llevar adelante un proceso de paz". "El odio, la crueldad y la inhumanidad no nos van a doblegar nunca, seguiremos viviendo en la concordia democrática y les seguiremos diciendo a los terroristas que son unos asesinos", añadió.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también invitó a "estar unidos", ya que el del pueblo catalán es "un dolor que sentimos como propio", dijo. Mostró su absoluto rechazo a los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona), e insistió en que ante este tipo de ataques "juntos vamos a seguir más fuertes", ya que se trata de un momento en el que "hay que centrarse y reflexionar sobre lo verdaderamente importante", que es que los "españoles estemos juntos para defender nuestra sociedad democrática y nuestros valores occidentales".

"España no se rinde, no se rindió con los atentados terroristas de ETA y no se va a rendir con ningún tipo de atentado venga de donde venga", insistió el jefe del Ejecutivo gallego. Con todo, pidió confiar en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y añadió que se siente "arropado por el Gobierno de todos". En este sentido, incidió en que los "corazones y las manos de los ciudadanos de Galicia están con los corazones y las manos de las víctimas y sus familias" y que, aunque "no podemos hacer nada" para subsanar lo ocurrido ayer, "podemos testimoniar nuestra absoluta solidaridad, nuestra absoluta consternación y nuestro absoluto rechazo". Lo calificó de "asesinato masivo y una matanza de la sin razón y del fanatismo yihadista" y añadió que el pueblo de Galicia y el conjunto de los pueblos de España "sentimos como propio".

Feijóo aseguró que "vamos a seguir defendiendo nuestros principios de libertad ideológica, de libertad de culto y de libertad religiosa", demostrando que España es "una sociedad abierta y democrática" que, lamentablemente, "nos sitúa en desigualdad con las sociedades cerradas y fanáticas".

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, transmitió "confianza" a los ciudadanos y pidió luchar por el actual "modelo de convivencia y por la libertad" para lograr el triunfo de la democracia. Catalá participó en el minuto de silencio celebrado en Sanxenxo, donde pasa sus vacaciones, acompañado por la corporación municipal y numerosos vecinos y turistas. El ministro expresó su apoyo a las víctimas y destacó "la importante labor de los cuerpos de seguridad del Estado que hacen un trabajo extraordinario cada día", y aplaudió la imprescindible "colaboración internacional".

El presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices, también mostró su condena y "repulsa" al atentado y trasladó sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas. En un comunicado, el presidente de la Cámara gallega envía también un mensaje de "solidaridad y afecto" a su homóloga catalana, Carme Forcadell, "consciente de que no hay palabras para expresar toda la repulsa que merecen sucesos de este tipo".

El Celta de Vigo también guardó un minuto de silencio antes del inicio del último entrenamiento de la semana en memoria de las víctimas del atentado terrorista. La plantilla, todo el cuerpo técnico al completo, el doctor Juan José García Cota y los utilleros formaron un círculo en el centro del campo del terreno de juego de las instalaciones deportivas de A Madroa para recordar a los fallecidos tras ser atropellados por una furgoneta en la Rambla de la ciudad.