Los principales representantes institucionales catalanes lanzaron ayer un mensaje de unidad y contundencia frente al terrorismo: "Los catalanes hemos sido, somos y seremos gente de paz y acogida", recalcó el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante una declaración institucional que realizó en compañía del vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. "No dejaremos -añadió- que una minoría acabe" con la manera de ser forjada a lo largo de los siglos.

Puigdemont, que junto a Colau participó en el gabinete de crisis montado a raíz del atentado, destacó el operativo policial desplegado por los Mossos d'Esquadra y el apoyo recibido por parte de la Guardia Urbana de Barcelona, a nivel internacional, y de las fuerzas de seguridad del Estado tras el atentado terrorista en La Rambla de Barcelona: "Aquí no ha habido división, ni disputa que valga", señaló sobre la colaboración de los distintas cuerpos.

Según el presidente de la Generalitat, la democracia y valores como la diversidad y la igualdad están siempre por encima de la violencia terrorista, y ha añadido: "Entre todos, y todas las instituciones, doblaremos a los que intentan confrontar civilizaciones con el uso de la violencia".

Tras asegurar que Cataluña estará a la altura de las circunstancias, el President manifestó la consternación que el atentado ha provocado también en Europa y en el resto del mundo, y que "todas las personas de bien, de todas las civilizaciones, religiones y condiciones sociales, están al lado de las víctimas".

"Misma experiencia"

Recordó que ciudades como Londres, Bruselas y París han sufrido la misma experiencia, y ha agradecido la solidaridad manifestada dentro y fuera de Cataluña por parte de ciudadanos y representantes y líderes políticos internacionales.

La alcaldesa barcelonesa, Ada Colau, subrayó que Barcelona es una "ciudad de paz" que está "abierta al mundo, es valiente y solidaria". "No nos sentimos impotentes. La solidaridad que se ha movilizado nos hace sentir que somos una ciudad fuerte", comentó Ada Colau, y definió Barcelona como una ciudad de diálogo, democracia, valiente, abierta al mundo y muy orgullosa de su diversidad y de ser cosmopolita.