Mariano Rajoy redobló ayer su presión contra la CUP, la extrema izquierda que sostiene a Puigdemont, con un llamamiento a los catalanes con "sentido común, con sensatez y mesura" a que "den un paso adelante" y "aíslen" a los "extremistas y radicales" que "condicionan el Gobierno de la Generalitat" y ponen en una "situación límite" a Cataluña. En paralelo, el PP mantiene su insistencia para que todas las fuerzas que se oponen al referéndum del 1 de octubre cierran filas en torno al Ejecutivo con críticas a lo que consideran ambigüedad y equidistancia de los socialistas.

Las acciones de sectores vinculados a la CUP contra el turismo han proporcionado al presidente del Gobierno un argumento inesperado en la confrontación dialéctica con el Govern y sus socios en el momento en que el proceso hacia la consulta entra ya en su recta final.

Los "mismos extremistas y radicales que van contra el sector del turismo" son los que "hoy condicionan el Gobierno de la Generalitat", constata el presidente antes de llamar a los catalanes a que "continúen dando un paso adelante" para aislar a los sectores radicales.

"Aberración jurídica"

Sumándose a quienes desde su partido vienen exigiendo al PSOE total apoyo al Gobierno frente al soberanismo, el portavoz parlamentario de los populares, Rafael Hernando criticó ayer la "equidistancia" de los socialistas y su defensa de la plurinacionalidad como una salida a la situación catalana, un concepto que considera "una aberración jurídica, política y constitucional", además de una "falsedad histórica". "España no es ni ha sido nunca una nación de naciones", sostiene Hernando, que atribuye el nuevo discurso del PSOE sobre la organización territorial a su afán de situarse a medio camino entre la posición del Gobierno de Madrid y el Govern de Cataluña. Esa "equidistancia es un error". "Apelamos a la sensatez del PSOE, que ha sido un partido de gobierno y de oposición que a lo largo de los últimos 40 años había mantenido una idea clara en torno a la defensa de la Constitución y de la soberanía nacional", dijo el portavoz popular en el Congreso para instar a los socialistas a sumarse a las posiciones del Gobierno.

En Cataluña hay "un problema político, que se tiene que abordar políticamente", defendió ayer en Vigo el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, del PSC. La salida a ese problema "no puede forzar ni vulnerar el principio de legalidad y el estado de derecho. Eso es lo que los socialistas vamos a hacer en Cataluña en los sitios donde gobernamos, en especial en los ayuntamientos", afirmó Collboni.