La dirección nacional del PSOE y la federación socialista de Castilla-La Mancha acordaron ayer que los castellano-manchegos sometan finalmente a la consulta de sus bases el acuerdo alcanzado con Podemos para la aprobación de los presupuestos regionales. Así lo decidieron en una reunión en Ferraz el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y su homólogo castellano-manchego y presidente del Parlamento autonómico, Jesús Fernández Vaquero.

La reunión se produjo un día después de que Ábalos recordara por escrito a Vaquero que los Estatutos aprobados en el 39.º Congreso federal del PSOE obligan a someter a consulta de las bases este tipo de acuerdos de gobierno.

Ante la falta de un procedimiento reglado para estos procesos, Ábalos propuso a Vaquero tres opciones: referéndum a los militantes con urnas, asambleas informativas o una consulta telemática.

Los castellano-manchegos se decidieron por la propuesta de las asambleas informativas, afirmando que es la que ellos mismos trasladaron a la dirección. De esta forma, deberán convocar asambleas en todos los municipios donde los militantes se pronunciarán sobre el pacto con la formación morada en la región.

Ambas partes discrepan, no obstante, sobre el carácter vinculante de la consulta. Para Ferraz no cabe ninguna duda de que el pronunciamiento de las bases es vinculante. La portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, recordó además que "no hay por qué tener miedo a la militancia" al ser preguntada por las discrepancias entre la dirección nacional y la federación regional.

Sin embargo, a su salida de la reunión, Vaquero afirmó que esta consulta a la militancia no será vinculante, puesto que para ello "tendría que haber una garantía, una urna con una garantía de censo y de información y una mesa elegida, y eso no está regulado". Con todo y con eso, Vaquero reconoció que si los militantes rechazan el acuerdo, el presidente del la región, Emiliano García Page, daría marcha atrás: "Si dicen que no es que no".

Mientras tanto, PSOE y Unidos Podemos vivieron ayer su primer encontronazo en el Congreso de los Diputados escasas horas después de que ambas formaciones acordaran abrir una "mesa de colaboración permanente" en la Cámara baja.

El desencuentro se produjo a raíz de la presentación de una propuesta por parte de la formación morada para acabar con el fraude en las becas y pedir prácticas reguladas; una propuesta que también se encuentra recogida dentro del plan de rescate juvenil del PSOE y que el grupo expuso en su reunión con Unidos Podemos, que ayer la presentó sin ningún tipo de aviso.

Desde la formación morada achacan este malentendido a unos cauces de comunicación que aún deben ser pulidos y apuntan a una mera coincidencia.