La comisión permanente de la ejecutiva del PSOE decidirá hoy que el grupo parlamentario vote en contra de los objetivos de déficit y deuda pública que conformarán el techo de gasto de 2018. El Consejo de Ministros aprobará también hoy, en una sesión extraordinaria, el documento cuyo refrendo en el Congreso el 11 de julio es un requisito indispensable para elaborar los presupuestos del próximo ejercicio. El rechazo de los socialistas se suma al de Ciudadanos, que condiciona su respaldo al techo de gasto propuesto por el Ejecutivo de Rajoy a una reducción del IRPF.

El voto en contra que hoy formalizará la dirección de los socialistas comenzó a gestarse semanas atrás y tomó cuerpo con su negativa a reunirse con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras su reprobación en el Congreso por la anulación de la amnistía fiscal por el Tribunal Constitucional. Con esta decisión, la ejecutiva que encabeza Pedro Sánchez se desmarca también de la dirección provisional que encabezó Javier Fernández, que en diciembre pasado respaldó el techo de gasto a cambio de una subida del 8 por ciento del salario mínimo.

Las comunidades autónomas gobernadas por los socialistas rechazaron el pasado jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) los nuevos límites al déficit, lo que constituye "un elemento muy relevante a tener en cuenta", según la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles.

El Gobierno buscará ahora el apoyo a su techo de gasto en los mismos grupos que respaldaron los presupuestos para este año. El primer obstáculo al que se enfrenta es el rechazo de Ciudadanos a votar a favor de las previsiones del Ejecutivo si no se incluye una reducción del IRPF. El partido de Albert Rivera sostiene que la superación de la fase más cruda de la crisis económica y la mejora de las perspectivas debe acompañarse de una atenuación de la presión fiscal que permita trasladar esa progresiva bonanza a los contribuyentes.

El Gobierno estudia concesiones a la pretensión de Ciudadanos porque su disposición es "hacer todo lo posible" para sacar adelante el techo de gasto en el Congreso el 11 de julio, lo que obliga a"hablar con todos para recabar muchos apoyos", según manifestó ayer el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo. El Ejecutivo insiste, sin embargo, en que siguen vigentes algunos de los condicionantes que en estos años marcaron las cuentas públicas. "Hay que considerar todos los compromisos", entre ellos los límites pactados con Bruselas, "un requisito indispensable para que la UE dé el visto bueno" a los Presupuestos Generales del Estado para 2018. "Bruselas tiene que ver que las cuentas se acomodan a la situación actual y a la reducción del déficit pactada", afirma Méndez de Vigo, anticipando el argumento central del PP en defensa de sus previsiones. La otra razón será que las nuevas cuentas permitirán destinar 5.500 millones más que este año a las comunidades autónomas.