La ejecutiva del PSOE salió ayer a lidiar un toro difícil: las simpatías de algunos alcaldes del PSC hacia la consulta secesionista que la Generalitat quiere celebrar el próximo 1 de octubre. "La instrucción es muy clara: no se va a colaborar por parte de ningún ayuntamiento gobernado por el partido socialista con el referéndum. Lo que algunos hagan a título individual, participar en el referéndum, etcétera, es una cuestión personal suya".

El portavoz del PSOE, Óscar Puente, intentó mostrar fortaleza después de que el regidor de Blanes (Gerona), Miguel Lupiáñez, anunciara que, como alcalde, no cederá espacios municipales para la consulta, aunque él piensa participar el 1-O votando "no", tal como hizo el 9-N, porque está a favor de la celebración de un referéndum de independencia.

Y no solo eso: el regidor del PSC acabó de liarla cuando dijo que en Cataluña "las prioridades son otras y la sociedad se mueve más por espíritus y valores de construcción, de avanzar, de esfuerzo, de responsabilidad y de compromiso". Y remató: "Igual ocurre en Dinamarca respecto al Magreb. Son actitudes delante de la vida diferentes".

Fue inmediatamente reprendido. El secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, le pidió que corrigiera sus "desafortunadas" declaraciones, que "no reflejan la posición" de la dirección del partido. No obstante, no tienen intención de sancionarle.

Óscar Puente, en cambio, no lo descartó: "Se estudiará. Valoraremos en el futuro qué determinaciones tomar en función de las actuaciones que emprendan". Así contestó el portavoz del PSOE, en rueda de prensa tras la reunión de la ejecutiva, a una pregunta relativa al "desafío" de los alcaldes díscolos del PSC.

Porque hay más, aunque su actitud sea la excepción. Por ejemplo, el de Tarrasa (Barcelona), Jordi Ballart, quien sostiene que él no es "nadie" para "prohibir el voto". Una postura que, sin embargo, el secretario de Organización del PSC considera que está "en la línea del partido de no hacer nada ilegal ni unilateral".

Ante el grosor que estaba adquiriendo la controversia, Puente se esforzó en atajar el conato de cisma, que ya estaban aprovechando destacados independentistas como Gabriel Rufián (ERC) para halagar a los alcaldes que "desobedecen" al PSC pero "honran su digna historia".

Puente aseguró que ningún consistorio gobernado por el PSC -y hay 122- colaborará el 1-O poniendo "medios municipales" al servicio de la consulta. Y aunque el PSOE preferiría que ningún regidor socialista votase, no considera "reprochable" hacerlo, pues se trata de una cuestión "personal".

Aparte, el portavoz de la ejecutiva piensa que la posición socialista sobre la "plurinacionalidad" cada vez "se va entendiendo mejor". Es un "concepto abierto", una "propuesta para el diálogo que no está cerrada", recalcó.