El extesorero del PP, Luis Bárcenas, abrirá el lunes las sesiones de la comisión parlamentaria que investigará la posible financiación ilegal del partido del Gobierno. Sin embargo, Bárcenas, incurso en varias causas judiciales, hará uso de su derecho a no declarar para no perjudicar su defensa ante los tribunales. La oposición considera que existe un pacto de silencio entre los populares y el antiguo responsable de sus fondos, afirmación que el Ejecutivo considera "una necedad y una ofensa".

El extesorero del PP está siendo juzgado por la primera etapa de la trama "Gürtel" y se encuentra a la espera de juicio por los llamados "papeles de Bárcenas" sobre los fondos ocultos del partido. En su escrito de defensa, alegó que la "caja B" del PP "era un sistema de financiación perfectamente institucionalizado" desde 1982, "donde, como en toda pirámide organizativa jerárquica, las instrucciones emanaban de arriba a abajo" y a él solo le correspondió la "función de mero amanuense". En sus declaraciones durante la instrucción del caso, Bárcenas admitió la existencia de la "caja B" en el partido, así como el pago de sobresueldos a sus dirigentes. El extesorero y exsenador, que trabajó 30 años en la organización, modificará y matizará de "forma sustancial" las declaraciones judiciales realizadas hasta ahora sobre la presunta financiación ilegal del PP y el pago de sobresueldos en negro a la cúpula del partido, según publicaba ayer el diario "El Mundo".

Al margen de esos cambios, en la primera sesión de la comisión parlamentaria que investigará la financiación del PP no se escuchará ninguna de las versiones de Bárcenas sobre los fondos del PP. La comisión es el resultado del pacto entre los populares y Ciudadanos para la investidura de Mariano Rajoy, quien también comparecerá en ella. Pese a ese acuerdo, el PP puso múltiples obstáculos para que la comisión llegara a constituirse y denunció que se trataba de "abrir una causa general" contra su organización. Como respuesta a la presión de la oposición, que llevó finalmente a que la comisión del Congreso tuviera vía libre, el PP promovió en el Senado, donde cuenta con mayoría absoluta, otra comisión paralela que investigará la financiación de todos los partidos políticos.

El extesorero comparecerá el lunes ante los diputados, pero no hablará, algo que la ley permite a los comparecientes que estén inmersos en procedimientos judiciales. Para Pablo Iglesias, ese silencio es la prueba de un pacto entre los populares y su extesorero. "El PP trata de proteger permanentemente a sus corruptos", afirmaba ayer el líder de Podemos. Para el portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, el PP ha "comprado el silencio" del antiguo responsable de sus finanzas. "Resulta curioso que Bárcenas fuera tan valiente hace un par de años y ahora tan poco", manifiesta Rufián.

Afirmar que existe un pacto de silencio "es ofensivo, si alguien quiere decir esto tendrá que probarlo porque está imputando un delito", replicó ayer el ministro de Justicia, Rafael Catalá. "Me molesta mucho que haya gente que pueda pensar eso o ni tan siquiera insinuar semejante necedad", afirmó por su parte el portavoz parlamentario de los populares, Rafael Hernando, para quien todos los movimientos de Bárcenas responden a su defensa.