La Fiscalía rebajó sustancialmente la pena que solicita para los exresponsables del Palau de la Música Fèlix Millet, Jordi Montull y la hija de este, Gemma, al aplicarles atenuantes por haber incriminado a CDC, a la vez que eleva a 8 años la que pide para el extesorero convergente Daniel Osàcar.

La Fiscalía y las acusaciones particulares y popular personadas en el juicio por el expolio del Palau elevaron ayer a definitivas sus conclusiones, en una sesión que el Ayuntamiento de Barcelona intentó suspender, sin éxito, para que el Consorcio del Palau -que nutre de fondos públicos la institución- reconsidere su decisión de no acusar a CDC de lucrarse a través del saqueo.

En sus conclusiones definitivas, el fiscal redujo las penas de los principales acusados de la institución cultural, al reconocerles las atenuantes de disminución del daño y de confesión, por haber admitido en sus declaraciones ante el tribunal que el Palau hizo llegar a CDC comisiones del 4% de la constructora Ferrovial, a cambio de la adjudicación de obra pública.

De esa forma, Millet y Montull, que inicialmente afrontaban penas de 27 años y medio de cárcel, vieron ayer cómo el fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled reducía su petición de condena a 14 años y nueve meses y a 10 años y diez meses, respectivamente.

Para Gemma Montull, exdirectora del Palau de la Música que afrontaban 26 años de cárcel, el ministerio público solicita ahora tres años de prisión -uno de ellos sustituible por multa, lo que le permitirá eludir el ingreso en cárcel-, tal y como había pactado con la Fiscalía su defensa, la primera en buscar un pacto a cambio de incriminar a CDC, al que luego se sumaron Millet y su padre.

Tan elevada reducción de la condena para Gemma Montull fue posible por haberse rebajado su participación en la trama al papel de cómplice y retirársele la acusación por delitos de defraudación tributaria, además de beneficiarse de las atenuantes de confesión y disminución del daño.