Las fuerzas soberanistas están presionando a los Mossos d'Esquadra, la Policía autonómica catalana, para que acaten la llamada ley de transitoriedad jurídica, la más importante de las tres normas de "desconexión", una vez que sea aprobada, momento a partir del cual la Constitución ya no obrará ningún efecto jurídico sobre los catalanes, según los planes de los partidos independentistas.

El principal altavoz de estas presiones, según desveló ayer el diario "El País", es el cantautor Lluís Llach, diputado de Junts pel Sí (JxS) en el Parlament. En varias charlas sobre los efectos que tendrá la citada ley, el parlamentario advierte que los funcionarios que no la acaten serán "sancionados".

En principio, las reflexiones de Llach se dirigen a todos los funcionarios catalanes, pero él mismo se encarga de delimitar el terreno cuando reconoce que "dentro de los Mossos hay sectores que son bastante reacios a lo que estamos haciendo". Dice el cantautor: "En el momento en que tengamos la ley de transitoriedad jurídica, ésta obligará a todos los funcionarios que trabajan y viven en Cataluña. Y el que no la cumpla será sancionado. Por tanto, se lo tendrán que pensar muy bien. Yo no digo que sea fácil, al revés, muchos de ellos sufrirán". Y entonces habla de los Mossos.

El Gobierno catalán ni confirmó ni desmintió a Llach. Y tampoco le desautorizó. Se limitó a decir que no se plantea un escenario de desobediencia a la ley de transitoriedad y que "las leyes nos obligan a todos, en cada momento y según el marco legal vigente".

Sin embargo, el sindicato mayoritario en los Mossos, Fepol, exigió que no se "instrumentalice políticamente" a la Policía autonómica, pues la legislación obliga a los agentes catalanes a respetar la Constitución y el Estatut y no les da ningún "margen de maniobra".

Mientras, el Tribunal Superior catalán citó ayer como investigados a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los miembros de la Mesa Lluís Corominas, Anna Simó, Ramona Barrufet y Joan Josep Nuet. Declararán a partir del 8 de mayo por desobediencia al TC.