El expresidente de la Generalitat Artur Mas declaró ayer como testigo en el juicio que se celebra en el Supremo por el 9-N contra el diputado de PDECat y exconseller de Presidencia, Francesc Homs. Mas alegó que "nadie (le) dijo que podría ser un gran delito, como parece ahora".

La declaración de Mas se centró en que la prohibición de la consulta fue demasiado genérica como para poder cumplirla y en que lo que se celebró no fue la consulta que había previsto la Generalitat sino un "proceso participativo" hecho posible por la participación de 40.000 voluntarios. Mas fue increpado en la calle por individuos que le gritaron "traidor", "golpista" y "sedicioso".