Los presidentes socialistas de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la Junta de Andalucía, Susana Díaz, hicieron público ayer un acuerdo bilateral de ocho puntos para proponerlo en las negociaciones sobre la reforma del modelo de financiación autonómica. Según explicaron en una comparecencia conjunta, Valencia y Andalucía se alían porque "la reforma del sistema de financiación autonómica no debe abordarse como un debate de territorios, sino con el objetivo de mejorar el funcionamiento del Estado del Bienestar en España".

El equilibrio de los recursos atribuidos a cada administración, la armonización fiscal, la financiación suficiente, la estabilidad de los recursos atribuidos a educación, sanidad y servicios sociales, la construcción de un modelo sencillo, transparente y predecible, la equiparación de los servicios que prestan las diferentes comunidades autónomas, la lealtad institucional entre Estado y autonomías y el reparto equitativo de los esfuerzos para reducir el déficit componen la columna vertebral de la propuesta anunciada por Díaz y Puig.

Antes de explicar estos ocho puntos, Puig mostró su preocupación respecto al modo en que el Gobierno está enfocando los trabajos de la reforma y reclamó que sean conjuntos y no dirigidos por el Ejecutivo. El presidente valenciano se quejó de que se intente controlar el proceso negociador desde el Gobierno "y no se dé voz real a los expertos de todas las comunidades". Por su parte, Díaz consideró que los primeros pasos "no han dado certidumbre" a las autonomías.