Mariano Rajoy reduce la corrupción a la categoría de "anécdota", según dejó constancia ayer en una respuesta al líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. En paralelo al debate parlamentario, se conoció el informe anual de la Comisión Europea que reprocha a España la insuficiencia de las medidas para acabar con la corrupción institucional.

Rajoy e Iglesias sostuvieron un cara a cara en la sesión de control, en el que el presidente afrontó la relación de asuntos de corrupción que afectan al PP -desde la primera condena de "Gürtel" a la situación del presidente de Murcia- desgranada por el secretario general de la formación morada y que remató preguntándose "con cuántos casos aislados la corrupción deja de ser aislada". Rajoy insistió en la excepcionalidad de esas situaciones, defendió la honestidad de la clase política en su conjunto, reprochó a Iglesias que no aportara soluciones concretas y garantizó que con las medidas puestas en marcha "esto pronto dejará de ser una anécdota". El jefe del Ejecutivo acusó al líder de Podemos de ser "parte, juez y fiscal y venía con la sentencia dictada. Menos mal que usted no es Robespierre ni esto es la Convención, porque, si no, tendríamos un problema".

Más allá del debate parlamentario, el informe de la Comisión Europea sobre desequilibrios económicos vino a matizar las afirmaciones de Rajoy en el Congreso. Pese a destacar los progresos de España, al aprobar leyes sobre transparencia, de financiación de partidos, conflictos de interés y declaración de patrimonio, el Ejecutivo comunitario considera insuficientes las medidas adoptadas para combatir la corrupción. La Comisión reprocha a España que no se haya desarrollado una estrategia concreta para mitigar los riesgos, aunque hayan aumentado las investigaciones sobre casos de corrupción tanto a nivel municipal como autonómico.

Moción en Murcia

El debate sobre la corrupción tiene un frente más concreto en el caso del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, cuya renuncia pide toda la oposición tras ser citado a declarar como investigado por un asunto de su época de alcalde en Puerto Lumbreras. Ciudadanos, partido que respaldó a Sánchez tras comprometerse a dimitir si era imputado, exigió ayer al PP que obligue a renunciar al actual jefe del Ejecutivo y presente un candidato alternativo. Albert Rivera advirtió ayer al PP de que, si no se aviene a cumplir el pacto de investidura en Murcia, "habrá que hacérselo cumplir y si no buscar alternativas", con lo que abre la puerta a la posibilidad de una moción de censura. El PP quiere esperar a que Pedro Antonio Sánchez comparezca ante el juez antes de tomar decisión alguna sobre su futuro. Su coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, cree que el momento más oportuno para la dimisión del presidente murciano sería la apertura de juicio oral, para lo que se apoya en la iniciativa legal contra la corrupción que Ciudadanos acaba de sacar adelante en el Congreso.

Mientras, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, propuso ayer relevar al fiscal superior de Murcia, Manuel López Bernal, quien investiga a Pedro Antonio Sánchez.