La crisis interna de Podemos se agrava a medida que se acerca la cita de Vistalegre. Carolina Bescansa, secretaria de Análisis Político y Programa, número tres del partido y una de sus fundadoras, anunció ayer que renuncia a seguir en la dirección, al igual que Nacho Álvarez, responsable de Economía. En una carta que ambos hicieron pública reprochan a Pablo Iglesias y a Iñigo Errejón que hayan actuado "de espaldas a la voluntad de diálogo y acuerdo". Ese es el mayor obstáculo para incorporarse a alguna de las listas que competirán por la dirección de la organización, cuyo plazo de formalización concluía ayer a medianoche.

Bescansa y Álvarez dan "un paso hacia el margen en esta escena" con el objetivo de "ser útiles para la recuperación de los grandes debates políticos que fundaron Podemos, y para impulsar los acuerdos que tendrán que producirse después de Vistalegre". Los que ambos denominan "eje de confrontación" entre Iglesias y Errejón distorsiona, a su juicio, el debate en Podemos. "La intensificación y la extensión territorial del enfrentamiento ha provocado una maraña de ruido", señalan, que dificulta la comunicación "con quienes nos han ofrecido su apoyo, muchas veces con enorme sacrificio, y que esperan de nosotros que sigamos defendiendo sus derechos". Los dos miembros de la dirección que ahora renuncia a seguir propusieron hace un mes lo que llamaron "Pensando Vistalegre" para buscar entre los dos grandes sectores del partido un "acuerdo de mínimos destinado a desactivar el enfrentamiento, evitar el choque de trenes y permitir al conjunto de la organización debatir sobre proyectos políticos y propuestas organizativas". "Hoy debemos admitir que, por ahora, no hemos logrado nuestros objetivos. Sin embargo, seguimos creyendo en lo acertado de una posición que, estamos seguros, es mayoritaria en la organización", señalan Bescansa y Álvarez.

Ante el resultado incierto de la asamblea ciudadana estatal de los próximos 11 y 12 de febrero, Pablo Iglesias presentó ayer una doble candidatura para garantizar su continuidad en la dirección aunque se impusiera Errejón. Por un lado concurre, a título individual, para seguir como secretario general. Y además encabezará la lista de sus afines al Consejo Ciudadano estatal -máximo órgano de dirección entre asambleas-, lo que le permitiría seguir en la política del partido aunque sea en una segunda línea. Esta doble candidatura responde a la falta de acuerdo entre Iglesias y Errejón para configurar una lista común y al temor del todavía secretario general a que, pese a sus reiteradas manifestaciones en sentido contrario, el número dos quiera disputarle el liderazgo.

Errejón

Todavía ayer, Errejón aseguraba que pondrá su cargo de secretario político a disposición de la formación morada si Iglesias dimitiera porque su lista o documentos políticos no son los ganadores en Vistalegre. Antes de que se produzca la renuncia de Iglesias, Errejón confía en que ambos sectores alcancen acuerdos porque "por encima de todo" está el proyecto de "cambio político".

El secretario político fue blanco ayer, una vez más, de los ataques Juan Carlos Monedero, quien le reprocha que quiera debilitar el liderazgo de Iglesias sin atreverse a confrontar con él en la asamblea de Vistalegre. Monedero, uno de los fundadores de Podemos ahora apartado de la primera línea política, "intenta meter cizaña", le reprocha Errejón, crítico con quienes buscan que "embarremos la discusión con palabras gruesas" cuando lo que corresponde es "un debate serio entre compañeros".