El exconsejero madrileño Alberto López Viejo ha negado en el juicio de Gürtel que existiera una trama corrupta en la Comunidad de Madrid y ha defendido que las empresas de Francisco Correa no tenían el "monopolio" de la contratación de eventos en el gobierno regional.

López Viejo, que fue viceconsejero de Presidencia y consejero de Deportes con Esperanza Aguirre como presidenta, ha acabado hoy de declarar ante el tribunal y ha seguido defendiendo, como ya hizo ayer, que él no tomó ninguna decisión relacionada con la contratación de las empresas de Correa.

La Comunidad de Madrid concedió a esas empresas actos por valor de 6,4 millones de euros de 2004 a 2008, una cantidad que López Viejo considera pequeña porque solo representa el 0,006 % del presupuesto regional en esos años.

El acusado, que se enfrenta a 46 años de prisión, ha negado que "las empresas de Correa ostentasen una especie de régimen de monopolio" como, según él, deja ver el escrito de acusación de la Fiscalía, y ha puesto como ejemplo que en 2006 se les adjudicó tan solo un 15 % de los contratos.

En todo caso, ha repetido varias veces que él no se encargaba de la facturación y cobro de esos eventos: "Ni me ocupaba ni me preocupaba de los temas de contratación, quien tenía que velar por la legalidad de esa contratación eran los funcionarios y técnicos correspondientes".

Sin embargo, ha reconocido haber mediado de alguna manera para que la Comunidad pagara a las empresas de la Gürtel, en algunas ocasiones incluso en áreas donde él no era competente.

Lo ha hecho en el caso de la Cumbre Flamenca celebrada en la Casa de Correos de Madrid en 2005 y pagada por el Metro de Madrid 2007, cuando se le han mostrado unos correos en los que la directora de Comunicación del subterráneo madrileño sostenía que había que hacer el pago por indicación de López Viejo.

Además, según el acusado, todos estos eventos eran reales, no como ocurrió en el caso de los ERE de Andalucía, donde ha destacado que el gobierno regional se gastó 150 millones, o en unos informes que la Generalitat catalana encargó, por 35 millones, sobre cuestiones como "el murciélago Nana, la concha brillante o el escarabajo de la palmera".

No responde sobre sus cuentas en Suiza

López Viejo no ha querido contestar, como ya adelantó ayer, a las preguntas relacionadas con su cuenta de Suiza en el banco Mirabaud, en la que, según reconoció el propio Correa, se le ingresó 1 millón de euros de comisiones.

Aún así, la fiscal ha querido hacer constar las preguntas al respecto, y a cada una de ellas él repetía las frases: "No voy a responder a ninguna pregunta relacionada con el tema de Suiza" y "doy por contestada la pregunta".

Incluso se ha llegado a negar a contestar acerca del régimen en el que se casó con su mujer, quien dijo al juez que el dinero en el país helvético era suyo.

También ha consignado las preguntas el abogado del Estado, que le ha hecho ver que en 2002 y 2003, cuando declaró a Hacienda unos ingresos anuales de 69.000 euros, registró incrementos patrimoniales de 2,7 millones de euros.

Esos años, y también en 2008, se compró dos viviendas en Calpe y una en Madrid, adquirió un barco y amortizó una hipoteca y tres préstamos con dinero de procedencia desconocida.

"¿De dónde ha sacado el dinero, teniendo en cuenta además que necesita dinero para vivir?", le ha preguntado el letrado de la Agencia Tributaria después de destacar que esas cantidades son sin contar las que recibió en Suiza.

Por otra parte, López Viejo ha negado haber amenazado a funcionarios públicos para favorecer a la trama -"es imposible que ocurra eso en el ámbito de la Administración"- y ha querido desmitificar su antiguo cargo en la Comunidad: "Quiero romper la mística de lo que era una Viceconsejería de Presidencia, solo eran dos despachos y una sala de reuniones".

En varias ocasiones, el exconsejero ha vuelto a poner en entredicho la actuación de la Fiscalía Anticorrupción, que, a su juicio, ha presentado un escrito de acusación con "errores", "discrepancias" y "juicios de valor muy habituales".