La Policía Nacional detuvo ayer de madrugada en Madrid y Roda de Ter (Barcelona) a dos marroquíes a los que acusa de ser terroristas yihadistas plenamente integrados en el grupo Estado Islámico (EI) y de estar dispuestos a atentar en España. Ambos eran muy activos en internet, donde hacían propaganda y labores de captación de nuevos miembros.

Según la investigación, que sigue abierta bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 3 y con la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, los dos marroquíes detenidos se encontraban plenamente integrados en el EI tras su adhesión voluntaria al grupo yihadista, que fue publicitada en las redes sociales. Los arrestados seguían puntualmente las instrucciones del EI y cumplían sin tacha con sus manuales de actuación, según las fuentes.

Los dos detenidos empleaban internet y las redes sociales con el fin de radicalizar, captar y finalmente reclutar nuevos adeptos a la causa terrorista. Además, divulgaban todo tipo de contenidos radicales y propagandísticos, que incluían imágenes de "extrema crudeza" y actos violentos, dirigidos a "infundir terror en las sociedades occidentales".

Las características de ambos detenidos eran, según las fuentes, "su individualismo y descentralización", tanto que "los dos formaban por sí mismos sendas células terroristas, "independientes pero coordinadas y coincidentes en sus fines". Según Interior, estas células eran "potencialmente peligrosas" y estaban dirigidas y controladas por el EI. Se encontraban "en estado de preactivación para la posible comisión de atentados terroristas en España".

Los dos detenidos habían publicitado su juramento de lealtad a la organización terrorista y se hallaban "en estado de total aislamiento", ya que circunscribían sus contactos con el exterior "al ámbito virtual a través de sus perfiles yihadistas radicales". Según los datos de Interior, su radicalización había evolucionado hasta el extremo de ofrecerse al Estado Islámico como "mártires" para actuar en cualquier momento, lugar y situación.

El marroquí detenido en Roda de Ter llevaba entre 7 y 8 años en Cataluña, donde residía con sus padres y un hermano menor, y viajaba cada año a Marruecos, país en que el se encontraban su mujer y su hijo, según explicaron ayer sus vecinos.

El detenido, cuya identidad no ha trascendido, era no obstante poco conocido por los vecinos de esa pequeña población del interior de la provincia de Barcelona. En declaraciones a los periodistas, un vecino de la familia, originario también de Marruecos, aseguró que "era un buen chico", que "no se metía con nadie" y que no había trabajado prácticamente nunca. El joven viajaba cada año a Marruecos para asistir a la Fiesta del Cordero, una de las mayores festividades de los musulmanes, que tiene lugar entre septiembre y noviembre, y solía ir a rezar a la mezquita de Manlleu (Barcelona).

El ministerio del Interior, Juan Ignacio Zoido, que dio por terminada la operación con las dos detenciones practicadas, explicó que no consta que los arrestados tuvieran la nacionalidad española, además de la marroquí. Zoido enfatizó que la operación, de carácter preventivo, ha permitido evitar "mucha tragedia" a los españoles. Desde 2015, año en el que el Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista, las fuerzas de seguridad han detenido a 163 terroristas yihadistas.

Interior recordó ayer que, a través de la iniciativa Stop Radicalismos, los ciudadanos pueden colaborar de forma confidencial y segura notificando a las fuerzas de seguridad posibles casos de radicalización detectados en su entorno. Lo pueden hacer a través de la web www.stop-radicalismos.es, de la aplicación para móviles Alertcops y del teléfono gratuito 900 822 066.