Álvaro Pérez, "el Bigotes", el hombre en Valencia de la trama Gürtel, negó ayer haber entregado dinero al extesorero del PP Luis Bárcenas y regalado bolsos o fiestas de cumpleaños al matrimonio que formaban la exministra Ana Mato y el exalcalde Jesús Sepúlveda, pese a reconocer que es su "firmita" la que figura al pie de un documento de orden de compra.

La declaración de "el Bigotes" estuvo plagada de chascarrillos y de halagos a sí mismo por su carrera de "éxitos" organizando mítines para el PP, algo en lo que no tuvo pudor en destacar que era "muy bueno".

Con tres perlas destacadas. Al magistrado presidente del tribunal, Ángel Hurtado, le soltó: "Le pido por favor que si usted ve, presidente, que mi vehemencia me lleva al desastre, me avisa, porque hay que contenerme, hay que sujetarme en corto. Si se me escapara algún taco también se lo pido, por favor, no me lo permita. Pero soy defensor del taco como Camilo José Cela, y de ir sin calcetines".

Del expresidente José María Aznar dejó dicho: "Recuerdo que en alguna ocasión se dijo que Aznar se había hecho un lifting. Pero no era un lifting, era que le iluminábamos de otra manera (...) Yo recuerdo que tenía la ceja poblada y el ojo muy hundido y, como tenía un gesto así, tenía cara de mala leche. Empecé a iluminarlo de otra manera y salía muy fresco, y tuvo tanto éxito que empezaron a copiarnos los demás partidos".

Y a su jefe lo presentó así: "Si algo identifica al señor Correa del resto de los seres humanos es su desconfianza general, no se fía de nada ni de nadie, te hace 600 preguntas de manera diferente. Es una broma lo que está haciendo usted conmigo en comparación con él".