En circunstancias normales hoy sería el gran día de Mariano Rajoy, al conseguir, aunque solo sea por mayoría simple, su segunda investidura como presidente del Gobierno después de más de trescientos días de interinidad. Sin embargo, Pedro Sánchez, el que fuera su mayor obstáculo para repetir como jefe del Ejecutivo, le robará hoy buena parte del protagonismo. Sánchez desvelará a media mañana, horas antes del comienzo del pleno, si acata la disciplina de voto y se abstiene o mantiene su rechazo al candidato popular, sin descartar otras posibilidades como la renuncia a su acta de diputado.

Su comparecencia seis horas antes de que comience el pleno (18.30 horas) reforzaría la hipótesis de que puede dejar el escaño. Para presentar su renuncia tiene de plazo hasta las 14.00 horas, que es cuando cierra el Registro del Congreso, donde tiene que formalizar su baja.

El anuncio de la comparecencia se conoce después de que la gestora del partido y varios dirigentes críticos con Sánchez le hayan advertido de que tiene que dejar de ser diputado para no tener que desobedecer el mandato del Comité Federal del PSOE de abstenerse ante Rajoy, ya que sería el primer ex secretario general en hacerlo.

En caso de no acatar, se expondría a la apertura de un expediente disciplinario por parte de Ferraz que podría dejar en suspenso su militancia, lo que le apartaría de la pugna por volver a dirigir el partido si aspira a presentarse a las próximas primarias.

La segunda votación de investidura de Rajoy servirá también para medir el alcance de la grieta interna de los socialistas. Hasta ahora está confirmado que al menos una docena de diputados, entre ellos los del PSC, desobedecerán la decisión del comité federal del partido y dirá "no" a Rajoy. Ese número podría acercarse a la veintena pero, pese al temor de algunos miembros de la gestora, en el grupo no estarán los más estrechos colaboradores de Pedro Sánchez, quienes pretenden eludir así las posibles sanciones orgánicas que los apartarían de los escenarios en los que en los próximos se librará la batalla interna. El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, seguirá esta tarde personalmente el desarrollo de la votación desde la tribuna de invitados del Congreso.

Mariano Rajoy cumplió ayer sus rutinas como presidente en funciones y presidió el último Consejo de Ministros en situación interina, el número 42 con competencias limitadas "Dicen que la nueva situación política va a ser muy difícil. También lo era la situación económica cuando llegamos en 2011, y hemos conseguido superarla aunque aún queda mucho por hacer". Esas fueron ayer las palabras de Rajoy a sus ministros, según relató la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Para la vicepresidenta, ese mensaje es revelador de cómo pretende afrontar el presidente la legislatura que hoy quedará desbloqueada.

Rajoy se muestra hermético sobre la composición del futuro gabinete, que, previsiblemente, no se conocerá hasta después de que el lunes jure su cargo ante el Rey. Felipe VI regresará a España de la Cumbre Iberoamerciana a mediodía de mañana. A lo largo del día el monarca recibirá en el Palacio de la Zarzuela a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien el comunicará oficialmente la investidura de Rajoy, que luego se publicará en el BOE.