El líder de Podemos, Pablo Iglesias, calentó ayer motores para el Consejo Ciudadano Estatal -máximo órgano entre congresos- que hoy, sábado, se reunirá en Madrid con el trasfondo de la pugna entre "pablistas" y "errejonistas" por el modelo de partido y por el control de la organización en la capital de España. Lo hizo con una reunión en un cine madrileño con representantes de los círculos de esa comunidad autónoma.

Iglesias aseguró que Podemos está preparado para ejercer la oposición al PP. "El desafío es asumir el espacio que nos han entregado, ser la oposición desde el orgullo, porque estamos preparados", subrayó delante de una pancarta de inequívoco corte castrista en la que podía leerse: "Empujando están los muchachos de la coleta".

Iglesias criticó la situación de bloqueo político que sufre España desde diciembre del año pasado y le atribuyó la responsabilidad al PSOE, que "no tomaba una decisión". "Ya la ha tomado", solo queda definir "cómo darán el gobierno al Partido Popular", opinó. "Tendrán que determinar matices, si un poquito de abstención o mucha", ironizó, pero su elección ha sido "muy concreta", "dar un gobierno a Rajoy", sentenció.

Respecto al papel de Podemos como oposición, Iglesias defendió el "empoderamiento de la militancia" y aseguró que los parlamentarios morados están a "las órdenes" de los militantes para "cavar las trincheras", ya que es la "única forma" de transformar la sociedad y "ganar los combates" a los que están llamados.

En relación con la batalla abierta en el interior de la formación. Iglesias resaltó que está "muy orgulloso" de que Podemos discuta de política, ya que cuando no están de acuerdo debaten "en alto", "no como otros", y afirmó que "les ha salido caro" dialogar sobre el proyecto "necesario para España".

Por otra parte, Iglesias confirmó antes del acto que ningún dirigente de Podemos asistirá ni al desfile del 12 de octubre ni a la recepción real, porque "ser patriota no es ir a un desfile".