El presidente catalán, Carles Puigdemont, Junts pel Sí (JxS) y la CUP acordaron ayer impulsar la celebración de un referéndum de independencia en septiembre de 2017 a más tardar. Sin embargo, los dos grupos mostraron sus diferencias sobre el apartado fiscal de los Presupuestos del año que viene, que los "cuperos" no se han comprometido a apoyar.

Mientras el president anunció una oferta pública de empleo de 7.000 puestos de trabajo en la primera jornada del debate de política general, la CUP defendió la subida de los tramos altos del IRPF para que paguen más quienes más tienen. Tras una advertencia de la portavoz del Govern, Neus Munté, para quien la presión fiscal en Cataluña ya es "excesiva", la CUP lo admitió pero matizó que solo en "los tramos medianos y bajos".