Cambiar el modelo de cómo se toman las decisiones en el PSOE, que "se ha podemizado" y "enfriar un poco el magma" en que se ha convertido el partido. Son dos de los objetivos del presidente de la gestora socialista, el asturiano Javier Fernández, quien ayer advirtió en una entrevista radiofónica de que "hay una cosa peor que un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy, un gobierno en mayoría", dejando entrever así sus preferencias sobre el complicado escenario que tiene por delante el PSOE sobre la gobernabilidad de España.

Javier Fernández continuó ayer con su particular libro de ruta para tratar de devolver la tranquilidad a un PSOE convulso. Presencia en los medios y reunión con el Grupo Socialista en el Congreso, buque insignia del partido que hasta ahora había permanecido aislado de los embates internos. El presidente de la gestora admitió ayer ante los micrófonos que uno de los problemas en los últimos tiempos ha sido el de intentar parecerse a la formación que lidera Pablo Iglesias: "se ha podemizado en gran medida el partido", planteó un Javier Fernández que asumió la necesidad de "cambiar el modelo" del PSOE, pero respetando "la cultura" de su organización, sin hacer seguidismo de un nueva formación que, dijo, "está convirtiendo la indignación en política".

El secretario general de la Federación Socialista Asturiana defendió que "nosotros somos otra cosa y hay que demostrarlo en las instituciones, ahora que Podemos ha pasado de ser guerrilla a tropa regular. No tenemos que parecernos a nadie que no seamos nosotros mismos".

Javier Fernández repitió ayer el mismo hilo argumental que ya plantease el pasado viernes, en la víspera de ser elegido presidente de la gestora. "Hay dos opciones, que gobierne la lista más votada o elecciones. Y el PSOE tiene que plantearse cuál de esas soluciones, que son malas las dos, es menos mala para España y el PSOE".

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El también presidente del Principado sostuvo que "hay algo peor que un gobierno en minoría de Rajoy, un gobierno en mayoría". Y avanzó que convocará un nuevo comité federal, "independientemente de que Rajoy dé alguna señal o no". Javier Fernández se negó, expresamente, a dar por hecha una abstención del PSOE que allanaría la investidura del actual presidente en funciones. "Estamos dando por supuesto que lo que se va a hacer es una abstención y yo no lo doy. Hay un comité que es soberano y es él el que va decidir o que lo decidan las bases, no sé que va pasar allí. No doy por supuesto nada", declaró a la Cadena Ser antes de mantener una reunión con el Grupo Socialista en el Congreso.

Fernández respondió que había llamado por teléfono el pasado lunes a Pedro Sánchez pero que el exsecretario general del PSOE "estaba comunicando", por lo que no había resultado posible una primera conversación tras el abrupto comité federal del sábado.

El presidente de la gestora aseguró que "no hay nadie culpable en exclusiva" de la guerra interna que ha azotado el PSOE. "Ha faltado debate en la organización", planteó un Javier Fernández que no dudó en hablar de "una especie de espiral de silencio" en el seno de la organización socialista ante la postura que ha de adoptar el PSOE sobre la gobernabilidad del país al tiempo que calificó de "natural repugnancia" el sentimiento que levanta el dejar gobernar a la lista más votada, en este caso del PP, por los casos de corrupción que salpican al partido de Rajoy, si bien recalcó la conveniencia de afrontar "este debate con racionalidad" antes que con "las tripas".

La reunión de los responsables de la gestora con el Grupo Socialista tenía como objetivo "enfriar el magma" en el que, en palabras de Javier Fernández, se ha convertido el partido en las últimas semanas. "Me preocupa la división en el partido, es lo que preocupa y lo tengo que evitar", confesó Javier Fernández antes del inicio de ese encuentro, que tuvo lugar en la Sala Constitucional e del Congreso de los Diputados, y del que estuvieron ausentes Pedro Sánchez y el que era su secretario de organización, César Luena.