El desgarrón en las costuras del PSOE deja al descubierto un volumen nada despreciable de preguntas en el aire y trabajos por hacer, decisiones pendientes e interrogantes con bifurcaciones y varias salidas. En el proceso de resolución deberán mover los hilos los que han aceptado la responsabilidad de "coser" el partido, sobre todo la gestora que preside Javier Fernández y bajo su paraguas el grupo parlamentario socialista. Dado lo ajustado de los plazos y la inestabilidad política que los rodea, la lista de tareas se extiende hasta bastante más allá de la función genérica de pilotar la ruta del partido hacia un congreso extraordinario.

| Si llama el Rey... Responderá quien designe la gestora. En una hipotética nueva ronda de consultas para formar Gobierno, habría que hacer caso al artículo 99 de la Constitución, que establece que el monarca propondrá candidato a presidente "previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria". En esta nueva vida del PSOE, el órgano de dirección es la comisión política que dirige desde la madrugada del domingo el presidente asturiano y a ella compete, por tanto, la elección del eventual interlocutor del Rey. De momento, el diálogo con Mariano Rajoy ya lo ha aceptado Fernández.

| Si hay otra investidura... El grupo parlamentario en el Congreso va a necesitar elegir un portavoz que defienda sus posiciones y otra vez será la gestora la que decida sobre la renovación de la estructura del grupo, cuya página web aún mantenía ayer en el apartado "dirección" a Pedro Sánchez como presidente, a Antonio Hernando en el papel de portavoz y al diputado por Málaga Miguel Ángel Heredia como secretario general. Las noticias difusas de los últimos días apuntaban a la continuidad de Hernando, pero la lógica dice que el equipo debe tener al menos un nuevo presidente. Llegado el caso de una nueva sesión de investidura, no podrá ser Fernández -por razones obvias, no es diputado en el Congreso- quien defienda la posición socialista. Del equipo de diez personas que forma la comisión política, este papel solo podría ser desempeñado eventualmente por dos de sus componentes, los únicos que ocupan escaño en la Cámara Baja, la andaluza María Jesús Serrano y el cántabro Ricardo Cortés. La dirección del partido cambia, pero la composición del grupo permanece. Como quiera que desde alguno de los innumerables puntos de opinión que se han levantado en los últimos días se ha hablado mucho de una posible incómoda división de opiniones en el grupo parlamentario, Fernández se apresuró ayer, por si hubiera alguna duda, a cerrar la puerta a toda posible concesión de libertad de voto.

| El escaño de Pedro Sánchez. El exsecretario general del PSOE no renunciará al asiento -escribió en Twitter "tengo un compromiso con los electores y voy a seguir trabajando desde mi escaño de diputado para mejorar la vida de los ciudadanos"-, la cuestión es dónde se sentará. Esta tarde hay pleno en el Congreso y dada la más que probable reforma en la dirección del grupo dice la lógica, según fuentes socialistas, que ya no ocupe el lugar junto a Antonio Hernando en el extremo de la primera fila de la bancada socialista. Si los cambios en la estructura no son inmediatos, está por ver quién ocupa ese escaño.

| La fijación de posición. Las líneas rojas que delimitan la posición del PSOE frente al futuro de la gobernabilidad del país han sido trazadas y repasadas en el interior del Comité Federal del partido. Las fuentes consultadas ratifican la sensación de que toda modificación del terreno de juego habrá de ser acordada en el mismo escenario, sin perjuicio de que pueda ser complementada con una consulta a la militancia.

| La militancia. La pregunta sobre el itinerario que ha de seguir el PSOE a través del calendario de los próximos meses no debe ser obligatoriamente respondida mediante una consulta, pero en caso de plantearse, esta tendría que ser decidida asimismo por el Comité Federal o por la gestora una vez oído el Comité Federal. Aquí las salidas se vuelven a bifurcar, toda vez que la compleja estructura orgánica del partido abren diferentes posibilidades. Hay muchas formas de escuchar a las bases, a través de un proceso concatenado de consulta indirecta en agrupaciones y federaciones o sin más a través de una consulta directa, convocando solo a los militantes o arbitrando algún mecanismo de primarias abiertas que se defendió en algún momento de la muy convulsa reunión del Comité Federal que el pasado fin de semana llegó a traspasar la frontera del sábado al domingo.