La Guardia Civil ha detenido en Tarragona a Alejandro Cao de Benós, el ciudadano español que ejerce como embajador no oficial de Corea del Norte en España, en una operación contra el tráfico de armas prohibidas en la que han sido arrestadas otras nueve personas.

Fuentes de la investigación han indicado a Efe que el "embajador" ha sido arrestado junto con su compañero de piso en esta ciudad catalana y que el supuesto cabecilla de esta red ha sido detenido en Murcia.

Al parecer, la organización compraba armas detonadoras legales por internet y después las manipulaba para transformarlas en prohibidas y de fuego real.

Las mismas fuentes han indicado que la operación se está desarrollando, además de en Tarragona y Murcia, en las provincias andaluza de Almería y Córdoba, en Barcelona, en Madrid y en Bilbao y que está dirigida por un juzgado de instrucción de Murcia.

Esta operación sigue abierta y los agentes de la UCE3 del Servicio de Información de la Guardia Civil continúan efectuando registros en las provincias implicadas.

Las fuentes no han ofrecido más detalles pero han descartado que las armas tuvieran como destino Corea del Norte, sino que más bien eran para consumo interno.

Cao de Benós, nacido en 1974 en Reus (Tarragona) y con orígenes aristocráticos, es desde hace más de una década el único occidental que ejerce de delegado especial del gobierno norcoreano, bajo las órdenes del Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero.

Recientemente impulsó en un sótano del centro de Tarragona, a través de la Asociación de Amistad con Corea -KFA, según sus siglas en inglés- el primer club social de fieles a Corea del Norte, que quería inaugurar para honrar al régimen norcoreano, regido por Kim Jong Un, que acumula denuncias de la comunidad internacional por violación de los derechos humanos.

En noviembre de 2014, Cao de Benós inició en Chile su primera gira por América Latina para, según él mismo, "acrecentar las relaciones y los intercambios" en el futuro entre esta región y Corea del Norte.

Meses antes, se le pudo ver en el festival de cine de San Sebastián, donde ejerció de anfitrión del productor español, Álvaro Longoria, que presentó su documental, "El sueño coreano" sobre el impenetrable país comunista.