La Justicia ha revocado la orden del Gobierno de prohibir las esteladas en la final de la Copa del Rey que disputarán mañana el Barcelona y el Sevilla, y las banderas independentistas podrán exhibirse en el Vicente Calderón, que finalmente contará con la presencia del presidente catalán, Carles Puigdemont, y de la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau.

Ha sido el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid el que ha adoptado la decisión cautelar de permitir a los aficionados la exhibición de esteladas. En su auto, el juez estima el recurso presentado por una asociación de abogados contra la decisión de impedir las banderas adoptada el miércoles por la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, cuya dimisión ha pedido la Generalitat.

El juez argumenta su decisión, tomada en contra del criterio del ministerio fiscal, en que "en ningún caso ha resultado probado que la exhibición de la estelada pueda incitar a la violencia, el racismo, la xenofobia o cualquier otra forma de discriminación que atente contra la dignidad humana". Y añade que "como manifestación de una ideología política o creencia, no se justifica en qué medida infringe el orden jurídico existente".

Y puesto que el Gobierno no ha probado que se pueda cometer un grave daño a los intereses generales, el juez cree que cabe el riesgo de generar un daño al recurrente al impedirle, "de forma pacífica, manifestar y expresar su ideología política con la exhibición de la bandera estelada".

Varias razones concurren para levantar la prohibición decretada por Dancausa, según el juez, que plantea que "el valor del pluralismo político comporta la libertad para pensar y expresarse" y que la democracia "ampara la discrepancia y las formas en las que esta pueda manifestarse, siempre que esa expresión sea a su vez respetuosa con los derechos de los demás".

Tras la resolución judicial, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ayer había anunciado que no asistiría al partido, señalaba en su cuenta de Twitter: "Iré a Madrid, contento de que la justicia haya parado una decisión antidemocrática. Son necesarias una dimisión y algunas rectificaciones", Una renuncia, la de Dancausa, que ha solicitado también el conseller catalán de Justicia, Carles Mundó, por el "patinazo" de haber ordenado la prohibición, crear "un problema que no existía" e incurrir en un "abuso de derecho, intentando asociar un símbolo como la estelada con la violencia".

A la petición de cese de Dancausa se sumó el PSOE de Madrid al considerar que "ha echado gasolina al fuego".

El Fútbol Club Barcelona ha expresado su satisfacción por la decisión judicial, que permitirá "la libre expresión de símbolos y banderas legales a los socios y aficionados"; resaltando que la final de Copa "siempre ha sido y será una fiesta del fútbol y del deporte y prohibiciones como éste no contribuyen a ello".