La del 26-J será una campaña más austera que la del 20-D, pero cada partido decidirá cuánto ahorra. Las fuerzas políticas fracasaron ayer en su intento de pactar una reducción de los gastos electorales, no obstante lo cual todos aplicarán la tijera. El PP y el PSOE se han comprometido a recortar un 30% el coste de la campaña y Ciudadanos, entre un 10% y un 15%.

Sumadas, las rebajas decididas por cada uno de estos tres partidos se traducirán en un ahorro de unos ocho millones, y Podemos reiteró su compromiso de "no gastar más" que en la campaña del 20-D, es decir, más de 2,2 millones de euros.

Partidos más pequeños, caso de Convergència (CDC) y UPN, aplicarán también recortes del 30%. Y ERC, el PNV, Compromís e IU prometen gastar menos, aunque sin dar cifras.

Los socialistas cuantificaron los recortes que aplicarán en cuatro millones, y un millón lo ahorrarán en el "mailing" o buzoneo de papeletas, que el PSOE quiere abaratar gastando 0,15 céntimos por elector, en lugar de 0,18. "No se puede ir más lejos, nuestra postura es de órdago a la grande", presumió el responsable de Estrategia y Comunicación del comité electoral, Óscar López.

El PP se aplicará una rebaja de 3,6 millones (gastó 12 en diciembre) y además reducirá la partida para buzoneo, aunque su vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, no detalló cuánto. Eso sí, igual que el socialista López, Maíllo aseguró que su partido será "austero por convicción y por responsabilidad".

Ciudadanos, que el 20-D gastó cuatro millones, de los que dos fueron para el envío de propaganda electoral y papeletas, reducirá sus gastos entre un 10% y un 15%. ¿Cómo? Eliminando la publicidad exterior (vallas, banderolas y mupis) y abaratando el buzoneo al aplicar la misma reducción que los socialistas: 0,15 céntimos por elector, en vez de 0,18.

Pese a la "cruda" y "dura" realidad de la falta de acuerdo, el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas, se vanaglorió que su partido gastará tres veces menos que los populares y la mitad que los socialistas.

El buzoneo, que es lo más caro de una campaña, centró la disputa de las fuerzas políticas. Podemos, C's y los partidos pequeños abogaban por abaratarlo mediante un buzoneo conjunto, pero el PP y el PSOE rechazaron de plano esa posibilidad argumentando que ni sería más barato ni es técnicamente posible.

No obstante, Podemos propuso al resto de las formaciones hacer un "mailing" conjunto, al margen del PP y el PSOE, lo que según sus cálculos supondría un ahorro de entre cinco y diez millones de euros.

El "número dos" de Podemos, Íñigo Errejón, recordó al PP que "puede ser más útil que su candidato acuda a los debates que llenar las calles de banderitas y carteles".

El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular Pablo Casado, dijo que un debate a cuatro es un formato "acertado", pero que será el comité de campaña el que decida a qué debate debe acudir el candidato de los populares, Mariano Rajoy.