Manos Limpias, el pseudosindicato que ejerce de acusador en múltiples causas judiciales, y Ausbanc, entidad centrada en la defensa de los particulares frente a los bancos, sufrieron ayer un severo revés con la detención de sus dos principales responsables. La Fiscalía de la Audiencia Nacional los acusa de delitos de extorsión, pertenencia a organización criminal, fraude en las subvenciones, estafa y administración desleal. La red de extorsión alcanzó a la Infanta Cristina, contra la que Manos Limpias ejerce la acusación particular en el caso Nóos, iniciativa que se habría ofrecido a retirar a cambio del pago de tres millones de euros.

Agentes de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) detuvieron ayer a catorce personas en la que se conoce como Operación Nelson. Los dos principales detenidos son Luis Pineda Salido, presidente de Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), presunto cabecilla de la trama, y Miguel Bernad, secretario general del Sindicato Manos Limpias y amigo personal de Pineda, con el que le une la militancia en movimientos de extrema derecha. Ausbanc utilizaba las querellas que presentaba el sindicato Manos Limpias, al que financiaba, para extorsionar a los bancos y presionarles para obtener de ellos acuerdos económicos camuflados bajo falsos convenios publicitarios, según fuentes de la investigación. Por ese procedimiento habría llegado a obtener hasta un millón de euros de una sola entidad bancaria.

Luis Pineda fue detenido al llegar a Madrid en el AVE procedente de Sevilla, donde había pasado unos días en la feria de abril. Junto a él fueron detenidas su mujer, María Teresa Cuadrado, directora general de Consumo de la Comunidad de Madrid con Alberto Ruiz Gallardón, y su secretaria. Miguel Bernad fue detenido en su domicilio a primera hora de la mañana y asistió ayer a un registro de siete horas de la sede de Manos Limpias. El lunes tendrá que declarar junto a Pineda ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. El presidente de Ausbanc, que tiene antecedentes penales por asalto a una vivienda y al que la Agencia Tributaria investiga además por cinco infracciones fiscales, atribuyó ayer su detención a las presiones de la banca para acabar con su defensa de los clientes.

Uno de los asuntos que se intenta aclarar es el presunto chantaje a La Caixa y al Banco Sabadell, a los que los ahora detenidos habrían solicitado tres millones de euros para que Manos Limpias retirase su acusación contra la infanta Cristina. Los abogados de la hermana del Rey reconocen que hubo una conversación incómoda, tanto en lo profesional como en lo deontológico, que pusieron en conocimiento de las autoridades judiciales y de la policía.Miquel Roca, que encabeza el equipo de la defensa de la Infanta, asegura que "nunca aceptarían un acuerdo extrajudicial" sobre el caso Nóos. La abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, afirmó ayer que la acusación particular se mantendrá "hasta el final del proceso". López Negrete puso ayer distancia con la organización a la que representa al señalar que Manos Limpias es para ella un cliente más y que desconoce los entresijos de sus actividades. "Me he limitado a ejercer mi labor profesional", afirmó ayer en Palma de Mallorca al final de la sesión del caso Nóos.