La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá salió ayer airosa de su declaración como testigo en el juicio del "caso Nóos". No rehusó ni una pregunta, pero no asumió ni una de las irregularidades. La hoy senadora del PP, salpicada por un caso de corrupción que afecta a su partido en Valencia, reconoció que a principios de 2004 recibió en su despacho de la Alcaldía a Iñaki Urdangarín y a su socio Diego Torres. El encuentro estuvo relacionado con la designación de Valencia como sede de la competición de la Copa América. Por ello, el expresidente del COI Juan Antonio Samaranch le "recomendó que recibiera a Urdangarín".

Barberá quiso resaltar lo que suponía para una ciudad como Valencia un acontecimiento deportivo de tanta importancia. "Al margen de la competición deportiva se debían organizar actos para proyectar la ciudad", destacó la exregidora. "Samaranch me planteó la conveniencia de que la ciudad acogiera eventos para proyectar la imagen". Aquí encajaba la figura de Urdangarín, que tenía los contactos suficientes para organizar "debates y conferencias".

Barberá insistió mucho en que en esta reunión en su despacho se habló "de temas genéricos", pero nunca se trató la cuestión económica. "No he negociado nunca ningún precio. Me dijeron que tenían una empresa sin ánimo de lucro", señaló la exalcaldesa.

Era el primer contacto que tuvieron los dos directivos de Nóos para que el instituto organizara posteriormente las tres ediciones del Valencia Summit, por el que recaudaron tres millones de euros. El dinero lo pagó la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau, del Ayuntamiento, y la sociedad autonómica Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Barberá reconoció que fue ella quien sugirió al marido de la infanta Cristina a qué instituciones públicas debía dirigirse para conseguir el apoyo económico en la organización de las tres ediciones de los foros. Sin embargo, insistió: "Nunca ordené ni sugería la contratación de Urdangarín".

Para Barberá, el de los foros no era un asunto prioritario. Le importaban mucho más la organización de la Copa América y sus responsabilidades en el PP, inmerso en la campaña electoral. "Me gustaría que me creyeran. En el momento en que terminó la reunión para mí acabó mi preocupación y ocupación sobre los Valencia Summit", indicó la testigo.

A pesar de que el fiscal Horrach le dijo que le resultaba "difícil" creer que ese encuentro con Urdangarín no se lo transmitiera después al entonces presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, la senadora lo negó. Pero sí quiso insistir en que ella nunca propuso ni ordenó la contratación de Urdangarín", aunque reconoció que el proyecto que le presentó le "pareció muy interesante". Y también negó que hubiera mantenido una reunión en la Zarzuela, junto con Camps, con el exduque y Diego Torres.