El testigo clave que identificó al miembro de ETA Jorge Olaiz esperando en la calle para matar a un edil de UPN en Pamplona se negó ayer a testificar en el juicio contra el etarra sin ocultar su cara con peluca y gafas de sol, por miedo a que atenten contra su vida o la de su familia.

La acusación contra Olaiz se basa precisamente en la declaración de este testigo, que evitó el atentado porque el día de autos, al ver al acusado y a otro etarra cerca de la casa del edil Miguel Ángel Ruiz Langarica en actitud sospechosa, alertó a una patrulla de la Policía Nacional.

El testigo acudió a la vista con gafas de sol, barba y peluca postizas, ante lo que la abogada de Olaiz protestó recordando que su defendido tiene derecho a verle.