Gobierno y Congreso están al borde de la "guerra institucional" por la negativa del Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy a someterse al control parlamentario. La incomparecencia ayer del ministro de Defensa, Pedro Morenés, en el Congreso fue la consumación, en medio de críticas de los grupos, de una negativa anticipada ya en los días previos y que abre la puerta a la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional para que el Gobierno tenga que comparecer en el Parlamento.

Morenés estaba citado ante la Comisión de Defensa del Congreso para informar sobre la reunión de Ministros de Defensa de la OTAN celebrada los días 10 y 11 en Bruselas, con especial interés por la nueva operación naval en el Egeo contra las mafias que trafican con refugiados. Ante la ausencia del ministro serán ahora los grupos los que propongan en la próxima Junta de Portavoces, prevista para el 29 de marzo, si elevan al pleno la solicitud para que se presente un recurso por conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional, como propone el PSOE y respalda Ciudadanos. Otros grupos parlamentarios plantean además reprobar a los ministros que se nieguen a acudir al Parlamento.

Para evitar "una guerra institucional", el presidente de Congreso, Patxi López, se reunirá hoy con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, en un intento de convencer al Ejecutivo de que debe someterse al control parlamentario, aunque esté en funciones. No se trata de un control "normal y ordinario", pero sí el que debe hacerse sobre las funciones y las decisiones que adopta dentro de sus limitaciones, matizó López. No obstante, el presidente del Congreso se muestra partidario de que el Tribunal Constitucional aclare si el legislativo tiene sus competencias restringidas cuando hay un Ejecutivo en funciones.

Ayllón niega que los ministros tengan ninguna responsabilidad y asegura que la decisión de no comparecer "no es un acto de voluntad sino de respeto de la ley por parte del Gobierno". "Lo que tenemos que hacer es ponernos manos a la obra para que haya un gobierno, en vez de tapar los fracasos de unos y de otros en sus negociaciones y en su debate de investidura con una actividad extraordinaria del Parlamento que no se ha producido nunca en años de democracia", añadió el Secretario de Estado.

Dentro de la Comisión de Defensa, el portavoz del PSOE, Germán Rodríguez calificó de inédita la ausencia de Morenés en lo que es "un mal día para la democracia" por la "actitud de rebeldía" del Gobierno. "Con la silla vacía, el Gobierno del PP abre un problema institucional", advirtió Rodríguez .

La portavoz de Podemos, Tania Sánchez, considera que "tenemos un Gobierno absolutamente descontrolado". "No se puede hurtar la acción del Gobierno a los ciudadanos y al colectivo de las Fuerzas Armadas", sostuvo ayer el portavoz de Ciudadanos, en la comisión de Defensa, Miguel Gutiérrez, partidario de estudiar acciones legales que vayan más allá de la reprobación al ministro.

El portavoz del PP, Ricardo Tarno, reprochó al resto de formaciones que hagan un discurso "con el único objetivo de cuota de pantalla, el chat y abrir los telediarios". El objetivo es desgastar al PP y al Gobierno, afirmó Tarno al tiempo que negaba que hubiera un conflicto institucional. "No hay un Gobierno descontrolado sino un Parlamento sin cabeza que se ha convertido en un ariete contra el Gobierno y el partido que lo sustenta", concluyó el representante popular.

Pese a la negativa del Gobierno en funciones a someterse a las preguntas de los grupos parlamentarios, el Congreso espera convocar para el próximo 6 de abril su primera sesión plenaria de control al Ejecutivo de Mariano Rajoy.