El líder del PSOE, Pedro Sánchez, reabrió ayer los contactos con Podemos e IU, pero lo hizo sin garantizar la presencia en los encuentros de Ciudadanos, su socio en la fallida tentativa de investidura de hace dos semanas. El partido de Albert Rivera, por su parte, vio rechazada por cuarta vez por el PP su propuesta de una reunión con los equipos negociadores de los socialistas y de C's.

Sánchez y el líder del Podemos, Pablo Iglesias, hablaron ayer por fin por teléfono, después de cruzarse mensajes de móvil, y acordaron verse de nuevo "antes de Semana Santa" con el objetivo de "normalizar el diálogo", "a pesar de las diferencias de criterio" sobre la formación de gobierno que mantienen.

La conversación pone fin a tres semanas de distanciamiento entre PSOE y Podemos, iniciado antes de la sesión de investidura de Sánchez, pero certificado después del doble debate de la primera semana de marzo, debido a las duras críticas de Iglesias al programa de socialistas y C's.

Los dos juntos

Ante el rechazo frontal de Podemos a negociar con C's, está previsto que Sánchez acuda a la reunión con Iglesias sin Rivera, aunque los firmantes del pacto se habían conjurado para ir juntos a cualquier encuentro con otra fuerza política.

Antes del cara a cara entre Sánchez e Iglesias, los equipos negociadores de PSOE e IU se reunirán hoy en el Congreso, también sin C's. El líder de IU, Alberto Garzón, dijo que la reunión con los socialistas tiene como fin "explorar cualquier posibilidad que pueda abrir un gobierno construido desde la izquierda". "No le vemos sentido político hablar con Ciudadanos", insistió el portavoz de IU.

Pero la formación de Rivera restó importancia a que el PSOE les haya dejado de lado al comienzo de esta segunda ronda de conversaciones, y, de hecho, celebró que tanto en el caso de Podemos como en el de IU los socialistas puedan "escenificar desacuerdos".

Ciudadanos, sin embargo, cargó contra el PP por rechazar reunirse mañana con ellos y con los socialistas.