Miguel Tejeiro, el antiguo asesor tributario de los directivos del instituto Nóos, superó ayer con solvencia el intenso interrogatorio al que fue sometido, sobre todo las preguntas del abogado de su cuñado Diego Torres, que iban dirigidas casi todas a intentar desacreditarle. El testigo, que empezó su declaración el pasado jueves y continuó ayer, confirmó que la infanta Cristina no participaba en la gestión diaria de la empresa Aizoon y explicó que no era nada extraño, a efectos fiscales, que un empresario compartiera una sociedad con su pareja, como era el caso de Iñaki Urdangarín y de su esposa.

El testigo empezó contestando a las preguntas que le formuló la abogada Virginia López Negrete. El principal objetivo que pretendía demostrar la acusación popular a través de este destacado testigo era que la Infanta conocía todos los pormenores de la sociedad que compartía con su esposo. Pero Tejeiro no le ayudó a demostrar esta afirmación, sino que desmarcó a la hermana del Rey de cualquier decisión ejecutiva en Aizoon, tarea que responsabilizó en solitario a su marido, Iñaki Urdangarín. El experto fiscal quitó importancia a que algún acta apareciera firmada por Cristina de Borbón como administradora de la sociedad. "Cuando una empresa solo es de dos personas, que una u otra aparezca como administradora es indiferente".

Sin embargo, mucho más extraño le pareció que la hermana del Rey sí firmara el documento por el que la pareja alquila a Aizoon una parte de su domicilio particular para constituir la oficina donde trabajaba Urdangarín. "No era la apoderada de la empresa y no tenía sentido que firmara". Fue él quien aconsejó que se documentara esta operación de alquiler, para evitar problemas con Hacienda, si bien señaló que no había redactado el documento y que le parecía que lo había hecho su hermano.

A pesar de que exculpó a la Infanta en la gestión de Aizoon, el testigo fue muy crítico con ella. "Con esta señora he hablado tres veces en mi vida y de una forma muy protocolaria. Me extraña que diga que formaba parte del grupo de personas de su máxima confianza. ¿De dónde viene esa confianza?", se preguntó el testigo. "No sé qué se le pasaba por la cabeza. Ella tiene derecho a mentir, pero yo tengo el deber de contar la verdad", aseveró el experto fiscal.

Tejeiro calificó de "barbaridades absolutas" las declaraciones de Urdangarín y Torres, en las que le acusan de ser el responsable de las decisiones tributarias que se tomaron en la gestión del instituto Nóos y de las otras empresas satélites. El exasesor aseguró que fue Torres quien dio la orden de trasladar el dinero ganado por el instituto Nóos a una sociedad extranjera. "Me parece una canallada que intenten desviar la responsabilidad. Yo no dirigía las empresas ni tenía ningún poder de decisión".

Por su parte, Carlos Masià Martí, el notario barcelonés de Aizoon, insistió en que, según le dio a entender Tejeiro, la Infanta fue puesta en 2003 como socia de Aizoon para servir de escudo fiscal o ahuyentar a Hacienda. Masià reveló al tribunal que el bufete de Miguel Tejeiro falsificó supuestamente las firmas de Urdangarín en varios certificados de depósitos anuales de cuentas de Aizoon ante el Registro Mercantil.