El expresidente de Murcia Alberto Garre y el expresidente del PP de Navarra Jaime Ignacio del Burgo aprovecharon ayer la veda abierta por el líder de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, para pedir que Mariano Rajoy no siga siendo el líder del partido y que tampoco sea el candidato si hay que repetir las elecciones el 26 de junio.

Barones y dirigentes populares salieron enseguida en defensa del presidente del Gobierno en funciones, con quien tanto el líder del PSOE, Pedro Sánchez, como Rivera descartaron reunirse cara a cara, dejando a los equipos negociadores de los tres partidos la ardua tarea de llegar a acuerdos.

Tanto Garre como Del Burgo se expresaron sin tapujos. El primero dijo que Rajoy debe dar "un paso atrás" y proponer a otra persona para que coja las riendas del partido.

Del Burgo fue todavía más allá. "La gaviota chapotea en el charco de la corrupción y es incapaz de remontar el vuelo", denunció.

A partir de ahí, llovieron los elogios a Rajoy. El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, opuso al "clamor silencioso" en favor de su marcha el "clamor" que cosechó en las urnas el 20-D. El ministro de Industria, José Manuel Soria, solo escucha un "clamor" para que Rajoy repita.

El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que desconoce que haya un clamor silencioso en el PP para que Mariano Rajoy abandone y deje paso a otro compañero.

"La respuesta es que no, desde luego, yo no lo conozco y los clamores normalmente son notorios y notables. Yo no conozco ese, ni siquiera rumor, no ya clamor", afirmó en declaraciones a los periodistas en el Parlamento gallego.

Mientras tanto, PSOE y C's, por un lado, y el PP por el otro volvieron a dar pruebas de que la negociación es imposible. Rafael Hernando advirtió que su partido no celebrará reuniones con los equipos negociadores de las fuerzas firmantes del pacto, que declaró "muerto y enterrado": "No estamos por un 'menage a trois', sino por las relaciones bilaterales, que son más sólidas, estables y duraderas".

De su lado, Sánchez y Rivera anunciaron que no van a entrevistarse con Rajoy, aunque éste les llame con ese propósito, y los dos coincidieron en que los contactos con los populares, de producirse, se circunscribirán al ámbito de los equipos negociadores. Y además sólo se celebrarán para evitar "victimismos" y abordar "reformas importantes", aclaró el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando. Sánchez fue taxativo: "Le digo a Rajoy que para hablar de investiduras, hay que hablar en los equipos negociadores".

Coalición

Lo que sí reconoció Sánchez es que los 90 diputados del PSOE no le dan "fuerza suficiente" para poder formar un gobierno por sí solo, razón por la cual no se "cierra" a ejecutivos de coalición que estén presididos por la noción de "transversalidad" o "mestizaje ideológico".