Mariano Rajoy se exhibió ayer más sarcástico que nunca para acusar al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, de "tomar el pelo a los españoles" con un intento de ser investido que tachó de "bluf" y de "vodevil", al faltarle los apoyos necesarios para conseguirlo, y le echó en cara que con su tentativa de formar gobierno sólo pretenda estar en mejor posición con vistas a la repetición de las elecciones generales.

El líder del PP atacó tanto la tentativa de investidura de Sánchez como el resultado de sus negociaciones para intentar formar gobierno, el pacto con C's, un acuerdo del que se burló de diversas maneras a lo largo de su intervención. "De muy limitada relevancia", lo calificó. E, ironizando, lo comparó con el "Pacto de los Toros de Guisando".

Pero no se quedó ahí el presidente del Gobierno en funciones. También acusó al candidato de "sabotearse a sí mismo" con "una subasta de última hora" -las modificaciones del acuerdo presentadas el lunes para intentar convencer a Podemos-, para ver si "algún despistado" lo votaba.

No fue menos duro Rajoy con Albert Rivera, al apreciar versiones "contradictorias" en las lecturas del pacto que hacen él y Sánchez, pues mientras el primero opina que puede extenderse al PP, el segundo dice que es de izquierdas para atraerse a Podemos.

"¿Qué es este curalotodo, el bálsamo de Fierabrás", se mofó Rajoy, quien, en otros momentos de su discurso, cargó contra Sánchez por protagonizar "una comedia" para asegurarse la supervivencia y "apostar por las elecciones". Y todo ello, insistió, "poniendo y quitando cosas hasta el último minuto, como quien prepara el menú de la boda para dejarla al gusto de todos.

A tenor de lo visto las últimas semanas, el líder del PP acusó al secretario general del PSOE de no haber sido "leal" con los españoles, a quienes les ha "ocultado la verdad" y les ha hecho "esperar contra toda esperanza".

Es más, prosiguió, Sánchez "no ha movido un dedo" para formar gobierno, vetó desde el principio al PP, el partido más votado en las elecciones, y ha hecho creer al país que el vencedor fue "un tal señor cambio".

El jefe del Ejecutivo utilizó el grueso de su discurso en vincular la negativa del PP a la investidura de Sánchez con la "contrarreforma" que el PSOE pretende hacer en materia económica. Para Rajoy, Sánchez ha "abierto de par en par una gran puerta a la desconfianza", porque los socialistas son quienes "siembran déficit y paro con la misma naturalidad que noviembre trae los catarros y la primavera las alergias".

Las "andadas"

"¿Quién nos garantiza que no volverán ustedes a las andadas?", preguntó Rajoy a los socialistas.

En su respuesta, Sánchez reconoció que el pacto con C's es una "enmienda a la totalidad" de las políticas económicas y sociales de los últimos cuatro años; pero pidió "respeto" para quienes han "puesto en marcha el reloj de la democracia" y añadió: "Si hubiera tenido coraje y valentía política, debería haber estado aquí hablando y no sentado en su escaño. Ese es su mayor fracaso, su renuncia, este debate es la viva prueba de ese fracaso. Faltó el respeto a los españoles".