El ex secretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, su socio David Marjaliza y sus mujeres, también como titulares, contaban con 19 cuentas bancarias millonarias en Suiza, algunas a nombre de sociedades controladas por ellos.

Según figura en la parte del sumario del caso Púnica cuyo secreto se levantó ayer, Granados y su esposa, Nieves Alarcón, abrieron una cuenta en la entidad BNP Paribas de Suiza con fondos procedentes de otro banco en la que entre 2000 y 2006 hicieron ingresos por importe de 1,5 millones de euros. Existían además otras cuatro subcuentas en diferentes divisas en las que al menos se ingresaron cerca de 1,3 millones entre los años 2007 y 2012.

Marjaliza y su mujer, Adela Cubas, por su parte, abrieron una cuenta en el BNP Paribas, que recibió entre febrero de 2003 y mayo de 2006 la cantidad de 4,1 millones. David Marjaliza y la sociedad Sheraton Trading señalaron como origen de esos fondos depositados en las cuentas numerosas transacciones inmobiliarias, una afirmación que no pudieron justificar con documentos.

En el sumario figura también que Marjaliza ocultaba un patrimonio de 33,4 millones de euros en una sociedad llamada Nexus, que estaba a nombre de una empleada suya. Marjaliza controlaba un vasto complejo de empresas cuyo diseño no obedecía a una actividad empresarial real y cuyo objetivo era establecer una red de participaciones cruzadas con la que ocultar la titularidad real de los bienes, según consta en un informe de la UCO de la Guardia Civil. A través de esa compleja trama, Marjaliza llegó a acumular más de 30 millones de euros.

En la parte del sumario ahora conocida figura también que los suegros del ex secretario general del PP de Madrid y antiguo alcalde de Valdemoro, guardaban en un maletín, cerrado con dos candados y oculto bajo libros en un altillo, cerca de un millón de euros, en billetes de quinientos, doscientos y cien euros. Juan Alarcón y Catalina Castellanos, están imputados por presunto blanqueo y colaboración en la ocultación del dinero. En su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, el suegro de Granados aseguró que no consideraba capaces a su hija Nieves Alarcón y a su yerno de esconder en su casa un maletín, cuyo origen desconocía y que aseguró ver por primera vez durante el registro, porque no creía que fueran "tan retorcidos".

El suegro de Granados explicó que por su habitación pasaba "tal cantidad de gente", incluidos fontaneros y operarios de Ikea, y que cualquiera pudo dejarlo allí.

La imagen de González

El sumario del caso refleja también que el Canal de Isabel II pagó la "facturación ficticia" a las empresas del imputado en la trama Púnica Alejandro de Pedro por sus trabajos para mejorar la imagen en internet de cargos de la Comunidad de Madrid como su expresidente Ignacio González.

La Operación Púnica estalló en octubre de 2014 y, desde entonces, más de un centenar de personas se encuentran imputadas por participar en presuntos contratos fraudulentos en materia de urbanismo y obras públicas, eficiencia energética y reputación on-line suscritos en tres comunidades autónomas (Madrid, Valencia y Murcia), la Diputación de León y una decena de ayuntamientos madrileños.