Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se entrevistarán finalmente el viernes, a las cinco de la tarde, en el Congreso, en la última reunión prevista por el líder socialista dentro de la ronda de contactos para promover su investidura.

Sánchez había invitado al presidente del Gobierno en funciones a reunirse hoy, pero el lunes Rajoy le respondió que ese día no podía y le ofreció cualquier otro posterior.

El PSOE reprochó ayer al líder del PP que "se apresure" a entrevistarse antes con el presidente de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, que con Sánchez, cuando es este quien tiene el mandato del Rey para formar gobierno. Pero el PP afeó a Sánchez su incapacidad para cuadrar su agenda con la de quien ostenta la jefatura del Ejecutivo.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, avanzó que Rajoy se verá con Sánchez para pedirle que "cambie de actitud" y "no desprecie" a los siete millones de votantes del PP.

Rajoy, añadió Hernando, irá a esa reunión, al igual que un día antes a la de Albert Rivera, con la "mano tendida" para "hacer un proyecto viable para España en esta nueva singladura", y "por respeto a los votantes del PSOE".

El presidente del Congreso, Patxi López, se comprometió ayer a "intentar llevar" a la próxima reunión de la Mesa de la Cámara, prevista para la semana que viene, una fecha para el pleno de investidura, ante la petición del PP, Podemos y C's de que se celebre "cuanto antes".

El PP quiere que el debate sea el día 22, pero los socialistas y el propio López se oponen, al entender que es necesario darle tiempo a Sánchez para reunir los apoyos para su investidura.

Rajoy no presionó al Rey

Entre tanto, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, negó ayer verosimilitud a una información del diario "El Mundo" según la cual Rajoy habría presionado al Rey para que no propusiera a ningún candidato a la investidura -ni a él ni tampoco a Sánchez-, después de la primera ronda de consultas, tras la que el líder del PP declinó el encargo de formar Gobierno.

"Rajoy no es hombre de presionar a nadie y menos al Rey", dijo Margallo, quien reveló que él mismo había aconsejado al presidente en funciones no aceptar el encargo del Rey porque el PP no tenía apoyos suficientes.

También la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, desmintió la información: "Es una locura".

Por otro lado, la Mesa del Congreso aprobó por unanimidad la propuesta de Podemos para una nueva distribución de escaños en el Hemiciclo, en la que sus diputados no ocuparán solo las últimas filas o lo que llaman "el gallinero", como se planteaba en el primer reparto acordado por la Cámara Baja.

En el nuevo reparto, los diputados de Podemos ocuparán, además de algunos escaños en la parte alta de la grada central, una zona mayor del lado izquierdo del Hemiciclo junto al PSOE, así que si ambos partidos siguen en la oposición, Sánchez y Pablo Iglesias se sentarían en la misma fila.

La vicepresidenta tercera, Gloria Elizo, de Podemos, trasladó la satisfacción de su partido por la aceptación de la propuesta, que creen mucho más representativa de la correlación de fuerzas del nuevo Congreso.