El Tribunal Constitucional (TC) admitió ayer a trámite los recursos que la Generalitat de Cataluña y el Gobierno vasco presentaron contra la reforma del tribunal, que prevé un incidente de ejecución cuando se desobedezcan sus sentencias, lo que puede llevar a sanciones como suspensiones de altos cargos o multas.

Las iniciativas de ambos ejecutivos darán la oportunidad al TC de pronunciarse sobre la reforma que el Ejecutivo y la mayoría del PP en el Congreso promovieron, y que puso a la institución en primera línea contra el proyecto secesionista catalán.

El recurso presentado por la Generalitat argumenta que la reforma de la ley que regula al TC es un "cambio cualitativo importante en las funciones encomendadas a la institución" que "puede alterar el equilibrio y el juego de contrapesos con el resto de poderes del Estado".

Además, el TC admitió a trámite otro recurso de inconstitucionalidad de la Generalitat: el presentado el pasado diciembre contra la ley de seguridad nacional, por entender que vulneraba competencias autonómicas en lo tocante al diseño de la estrategia de seguridad nacional y las normas que de ella se deriven.

Entre tanto, el Consejo de Ministros aprobó la interposición de un conflicto positivo de competencias ante el TC por la creación de la Consejería de Exteriores de la Generalitat y pidió que suspenda su puesta en marcha.

La consejera de la Presidencia de la Generalitat, Neus Munté, definió este recurso del Gobierno como uno de los "últimos coletazos" de un Mariano Rajoy "en franca decadencia, en sus horas más bajas".