Con el encargo del Rey a Sánchez se desbloquea la situación política, el calendario se mueve tras más de seis semanas desde la celebración de las elecciones. Sin embargo, el intento del aspirante socialista a conseguir la presidencia del Gobierno carece de expectativas de éxito, por ahora. El número uno del PSOE dispondrá de entre tres semanas y un mes para someterse al debate de investidura en el Congreso, según el horizonte temporal que ayer marcó el presidente del Congreso, Patxi López. En ese plazo, Sánchez negociará el voto de las restantes fuerzas políticas. Para salir investido en la primera votación necesitaría mayoría absoluta, 176 diputados que distan mucho de los 90 con los que el PSOE cuenta ahora en la Cámara. En una segunda votación le bastaría con mayoría simple. Si no lo consiguiera al segundo intento, el plazo de dos meses para la convocatoria de nuevas elecciones empezaría a correr y los españoles serán llamados de nuevo a las urnas en torno al mes de junio.