El líder de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, rechazó ayer excluir a cualquier partido, incluidos los independentistas, para que se pronuncien sobre el programa de reformas con el que se presentaría el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para su investidura como presidente. Gómez Besteiro, en declaraciones a los periodistas con motivo de su participación en la reunión del Comité Federal del PSOE, consideró "muy acertada, coherente, honesta y responsable" la decisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de consultar a la militancia cualquier acuerdo de gobierno con otros partidos. El líder de los socialistas gallegos no rechaza que los independentistas se abstengan en la votación de Pedro Sánchez. Previamente varios cargos socialistas dejaron claro que no pasarán por que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sea investido presidente del Gobierno con el apoyo de los independentistas.

Fueron los presidentes de Andalucía, Susana Díaz; Asturias, Javier Fernández y Aragón, Javier Lambán. Avisaron de que no aceptarían que Sánchez sea investido con el apoyo de los independentistas. El líder del partido, por su parte, respondió que no entiende tanta "prevención" cuando siempre ha asegurado que no buscará un acuerdo con estos partidos. Al plantearle ayer a Besteiro si Sánchez debería rechazar la posibilidad de que una abstención o una ausencia de los diputados de partidos independentistas permitiera que su hipotética investidura saliera adelante, recordó que él procede del mundo municipal y que cuando sale a la calle a pedir los votos no hace ningún tipo de exclusiones.

Añadió que pide el voto a todo el mundo porque todos tienen derecho a votar la candidatura del PSOE si lo consideran oportuno."Lo que hay que hacer es dirigirse a la Cámara y que la Cámara responda, y entrar en esas exclusiones nos llevaría a estigmatizar votos a diestro y siniestro con una justificación hoy, y mañana con otra", añadió.

Sin exclusiones

Besteiro cree que no se debe entrar en ese nivel de exclusiones y que todos deberían expresarse ante el programa de reformas y de giro social que Sánchez presentaría a la Cámara. Insistió en que el PSOE, en sus negociaciones, debe dar prioridad a esa agenda social, y, ante sus propuestas, tendrán que dar respuesta también partidos como Ciudadanos o Podemos. Para él, el partido de Albert Rivera debe aclarar si pretende reformar España o "servir de muleta al PP", mientras que el de Pablo Iglesias tiene que evidenciar si está por sacar al país de su situación actual "o está a otras cosas que no le interesan a la inmensa mayoría".

El dirigente socialista explicó que cuando escuchó la oferta de Gobierno de Pablo Iglesias al PSOE no se sintió "humillado", sino que le dio la risa porque no podía entender ese error que ha dicho que se sumaba a otros previos. Entre ellos decir tras el 20D que su prioridad era la agenda territorial y no la social y prometer a sus socios de coalición que iban a tener grupo propio cuando sabía que eso no podía ser.

Pero ha confiado en que sepa rectificar tras su "torpeza política".

Respecto a la decisión de Sánchez de consultar a la militancia un posible acuerdo de gobierno, ha insistido en que ese anuncio es acorde a los tiempos que toca vivir en la política actual y va en la línea de lo que han hecho otros partidos socialistas europeos como el alemán. "Ninguno podrá decir que en los últimos cuarenta días Sánchez ha hecho una declaración o ha tomado un camino no acertado, sino todo lo contrario, porque frente a la irresponsabilidad de Mariano Rajoy, contestó con responsabilidad", añadió.

En cuanto a la reacción de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aseguró que al hablar de acuerdos no le vale con comprometerse a "mirar a izquierda y a derecha". Según explicaron fuentes socialistas presentes en la reunión, Díaz se dirigió a sus compañeros para explicarles que si el "peaje" que hay que pagar para gobernar es el del voto de los independentistas que ponen en cuestión la unidad del país a ella "no le valdría".