Alfonso Rus pasó el martes por una nueva estación del vía crucis que recorre desde que hace nueve meses estalló el escándalo de las grabaciones en las que aparecía contando billetes. El hombre del Ferrari que lo fue todo en su ciudad natal, Xàtiva, salió increpado por sus vecinos en un Toyota de la Guardia Civil.

La soledad ha ido cercando al expresidente provincial. Pero hubo un tiempo en que Rus fue el "Rey Sol" de Xàtiva. El Estado xativí era él. Era alcalde, presidente del club de fútbol local, líder del PP de la ciudad, máximo dirigente del PP provincial y presidente de la Diputación de Valencia. Hasta le tocaba la lotería: 625.000 euros en Navidad.

El pentapresident de 1,60 de altura crecía en aquello que realmente disfrutaba: el poder y la ostentación. Pero hace muy poco ya pudo vérsele sentado en un restaurante sólo con los más próximos y con aspecto desmejorado. Y ya desde antes se le veía muy poco por la calle. El "Rey Sol" había sufrido un eclipse total. Ya era sólo un espectro de lo que fue. Y el martes, quien gustaba de ser visto al volante de sus coches con el codo en la ventanilla se cubría el rostro con un portafolios tratando de evitar unas imágenes que abrirían todos los telediarios.