El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, advirtió ayer a Pedro Sánchez que para alcanzar el cargo que él ocupa "no basta con humillarse", porque lo que España necesita es "un presidente con dignidad".

Rajoy opina que si el secretario general de los socialistas pacta con Podemos, IU y otras fuerzas políticas el resultado sería un Ejecutivo "humillado e hipotecado a Podemos" y a los intereses de las fuerzas independentistas.

Además, redujo a un mero "engaño" las promesas de esos tres partidos de impulsar una reforma de la Constitución y avisó de que el PP tiene mayoría absoluta en el Senado y es la fuerza con más escaños en el Congreso. Y los populares, amenazó, se valdrán de ese peso, caso de no gobernar, para "garantizar que aquí no se van a hacer disparates". "En la vida y en la política no vale todo", resumió Rajoy.

Todo ello lo dijo el jefe del Ejecutivo durante su intervención, este sábado, en un acto del PP de Córdoba, en el que también aprovechó para dar explicaciones sobre su inesperada renuncia a intentar formar gobierno.

"Sería un fraude y una falta de respeto ir a perder el debate de investidura", empezó Rajoy. "¿Cómo va el candidato del PP a presentarse a un debate de investidura a la misma hora que los candidatos que le van a decir 'no' están pactando y repartiéndose el próximo Gobierno?", se preguntó. "Y si de lo que se trata no es de que el candidato del PP sea investido, sino de que pierda la votación para que empiecen a correr los plazos que establece la Constitución, tengo que decir que los siete millones de españoles que han votado al PP" no lo han hecho para ser utilizados" para abrir un plazo".

"Alternativa razonable"

Rajoy reconoció que el mandato de los españoles en las urnas es que "nadie puede gobernar solo", tampoco el PP, y que si los políticos deben "hablar, dialogar, entenderse y, si tienen algún problema, resolverlo, que para eso se dedican a la política". Dicho lo cual reiteró, como acostumbra, que "solo hay una alternativa razonable, y es un pacto PP, PSOE y Ciudadanos". Lo contrario abocaría al país a unas nuevas elecciones, lo que significaría un "fracaso" para todas las fuerzas políticas, y que los políticos "no están a la altura" del mandato democrático. Además, insistió en que no buscará apoyos "entre los que amenazan la unidad de España".

Luego enumeró las ventajas que, en su opinión, tiene la alianza de PP, PSOE y Ciudadanos: un gobierno de "amplia base" capaz de responder a "una situación tan compleja, tan difícil y tan nueva" como la que atraviesa España.

Un gobierno sostenido por estas tres fuerzas, detalló, sería la opción "más lógica, sensata y razonable" y supondría que en el Congreso el Gobierno tuviera el apoyo de más de 250 escaños.

"Eso nos permitiría hacer las reformas que requieren muchos aspectos de la vida pública española y serían reformas para muchos años, porque tendríamos que acordarlas entre más de 250 diputados. Eso supondría también dar un mensaje dentro y fuera de España de seguridad, de tranquilidad, de certidumbre y de que vamos a seguir por la senda de la recuperación económica y la creación de empleo", manifestó.

Por último, un Gobierno así, desgranó, "podría dedicarse a los cuatro grandes objetivos" que afronta España: "seguir creciendo y crear empleo, mantener y mejorar los pilares del Estado de bienestar, luchar eficazmente contra el terrorismo y defender la unidad de la nación española, que está amenazada".