Mariano Rajoy se siente con "todas las fuerzas" para someterse a la investidura como nuevo presidente del Gobierno, algo que espera quede resuelto en el plazo de quince días. Rajoy zanjó así ayer los rumores sobre su posible renuncia a intentar convertirse en jefe del Ejecutivo, alimentados por una quietud que él mismo evidenció en una broma radiofónica al reconocer a un falso Puigdemont que tiene "una agenda muy libre".

"Evidentemente, mi candidatura la voy a presentar. Nos han votado más de siete millones de españoles y sinceramente creo que en la situación en la que estamos un poco de sensatez y de cordura viene bien", aseguró el presidente en funciones. El único planteamiento serio a su juicio es que en quince días se resuelva la investidura, ya que todo lo demás, como una coalición de ocho o nueve partidos, generaría incertidumbre y sería "un disparate".

A quienes le reprochan su supuesta inacción para lograr un acuerdo de investidura, Rajoy aclara que habló con quien debía hacerlo. La posibilidad de que renunciara de forma anticipada a la investidura provocó que ayer el líder socialista Pedro Sánchez lo instara a irse a casa si al final no lo intentaba. Aunque no lo citó directamente, el número uno del PP considera que Sánchez es uno de los protagonistas del "espectáculo poco edificante" al que asistimos, frente al cual lo que hará el PP será "dar la talla".

Una vez más insistió en que la mejor salida a la actual coyuntura política española es un acuerdo, "que puede admitir muchas formas", entre PP, PSOE y Ciudadanos, una invitación que sus potenciales socios han rechazado de forma reiterada.

C's, a "desencallar"

El presidente en funciones cerrará hoy la ronda consultas del Rey de cara a encargar la formación de Gobierno, tal como establece el artículo 99 de la Constitución.

Felipe VI recibió ayer a los portavoces de Compromís, En Comú Podem y Ciudadanos. Después del encuentro, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, anunció que la intención del Monarca es seguir el "orden natural de las cosas" y proponer como candidato a la jefatura del Gobierno a Rajoy por ser el número uno de la lista más votada.

La mayor parte de la hora y media que el Monarca dedicó al portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, la ocuparon ambos en debatir sobre una posible reforma constitucional, el referéndum y el encaje de Cataluña en España.

También duró hora y media la audiencia con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ofrece los escaños de su partido para intentar "desencallar" la situación de "guerra fría" entre PP y PSOE, de manera que pueda echar a andar la legislatura.

De cara a la investidura, Rivera trasladó al Rey su conocida propuesta de abstenerse para facilitar la formación de un Gobierno dispuesto a abordar una agenda reformista bajo los principios de respeto a la Constitución, la igualdad de los españoles, el estado de bienestar, la economía de mercado y la pertenencia a la UE. Rivera se muestra dispuesto a apoyar una reforma de la Carta Magna, para la que asume que sería necesario el concurso del PP como fuerza más votada, siempre que se aborde "sabiendo qué queremos" y no abriendo una comisión "sin rumbo".

El Rey recibirá hoy por la mañana al líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien le trasladará su rechazo a la investidura de Rajoy y la urgencia de un Gobierno "a la altura del nuevo tiempo". Después se entrevistará con el socialista Pedro Sánchez.