El Ministerio de Exteriores ha convocado al embajador de Venezuela en España, Mario Isea, para expresarle el rechazo por las palabras de Nicolás Maduro en las que califica a Mariano Rajoy de "intervencionista, racista y colonialista" y le ha pedido explicaciones del viaje de políticos españoles a Caracas.

Así lo ha explicado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, al ser preguntada por el viaje de miembros de Podemos, la CUP y familiares de presos de ETA en diciembre de 2014 a Caracas en un avión oficial de la fuerza aérea venezolana.

"Es una injerencia muy importante en los asuntos del Estado español que se organicen viajes de esta naturaleza, viajes privados, pero en aviones de titularidad pública, para abordar un plan de paz en el País Vasco y el derecho de autodeterminación de los pueblos de España", ha dicho la vicepresidenta.

Sáenz de Santamaría ha considerado "obligado y muy necesario" el hecho de convocar al embajador venezolano y ha apostillado: "Lo que somos los españoles lo decidimos los españoles, conjuntamente". "No creo que ir a coger apuntes a Venezuela en la situación política y económica en la que está sea lo más acertado", ha dicho.

El embajador Isea ha sido recibido a las 13:45 horas en el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio, por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, quien le ha manifestado su sorpresa por las declaraciones de Maduro, máxime cuando la prensa española se hace eco de ese viaje a Caracas.

Según un comunicado de Exteriores, Gómez de Olea, en nombre del ministro José Manuel García-Margallo, le ha pedido explicaciones al embajador por un viaje que tenía como objetivo "participar en un seminario en el que se habló sobre el proceso de paz en el País Vasco y el principio de autodeterminación de los pueblos de España", lo que "contradice frontalmente los principios de la Constitución".

Además, se ha trasladado al embajador venezolano la "preocupación" por la situación económica en el país latinoamericano y la voluntad de España de contribuir a paliar los efectos humanitarios de dicha situación.

Para ello, según el comunicado del Ministerio, el Gobierno español está dispuesto a coordinar planes de ayuda humanitaria con las autoridades venezolanas y en el seno de la UE.

Hace dos días el presidente Maduro acusó a Rajoy de tener una "actitud intervencionista, racista y colonialista" y le pidió que se ocupe de "los problemas de España" y "respete" al país caribeño.

Un día antes Rajoy había afirmado que la situación política y económica venezolana "no es buena" y exigía a sus dirigentes, especialmente los del régimen, que conviertan a Venezuela en un país libre y democrático como la inmensa mayoría del mundo.

Esta es la cuarta vez desde diciembre de 2014 que España convoca al embajador de Venezuela.

La última fue el 27 de julio pasado para trasladar a Mario Isea "el rechazo y el malestar" del Gobierno por los "inaceptables insultos" a Rajoy de Maduro, quien le llamó "sicario".

La anterior tuvo lugar el 15 de abril también del año pasado cuando se convocó al embajador para trasladarle su malestar por los "insultos y amenazas" contra España de Maduro al tachar a Rajoy de "racista".

El detonante en esa ocasión fue la aprobación en el Congreso de una resolución que pedía la liberación de los opositores venezolanos presos

Leopoldo López y Antonio Ledezma.

Al otro lado del Atlántico, el Gobierno de Maduro convocaba al embajador español en Caracas, Antonio Pérez-Hernández y Torra, para comunicarle que iba a llevar a cabo una "revisión exhaustiva" de las relaciones bilaterales.

Tan sólo una semana después, el 22 de abril, España llamaba a consultas a su embajador en Caracas en señal de protesta por la "escalada de insultos, calumnias y amenazas" de Maduro contra España y sus instituciones.

Maduro había acusado al Gobierno de "apoyar al terrorismo" en Venezuela y de formar parte de una "conjura internacional" para derrocarlo. Acusó además a Rajoy de formar parte de "un grupo de bandidos, de corruptos y de ladrones".

La llamada a consultas es una herramienta de protesta diplomática que supone la retirada temporal del embajador durante un periodo de tiempo indeterminado, aunque Pérez-Hernández y Torra regresó a principios de mayo del año pasado a Caracas.

La primera vez que el Gobierno de Rajoy convocó al representante diplomático venezolano fue el 13 de diciembre de 2014 cuando el secretario de Estado para Iberoamérica, Jesús Gracia, transmitió el malestar de España al encargado de Negocios, Julio García Jarpa.

Exteriores convocó al "segundo" de la legación diplomática porque el embajador había sido llamado a consultas en octubre de 2014 por Maduro "en el marco del proceso de revisión integral" de sus relaciones con España, después de que Rajoy recibiera como líder del PP a Lilian Tintori, esposa del opositor López.