No mencionó al PSOE, pero el hasta ahora presidente de la Generalitat, Artur Mas, dio a entender ayer que estaría dispuesto a apoyar a su secretario general, Pedro Sánchez, en su ambición de formar una "alternativa" de izquierdas, con tal de evitar un nuevo Gobierno del PP o de los populares con Ciudadanos (C's).

Pese a su ambigüedad, Mas fue transparente: "Tenemos la idea clara de que no queremos otro Gobierno del PP en Madrid, ni del PP y C's", dejó caer el líder de Convergència (CDC) por la mañana, en una reunión del consejo nacional de su partido, antes de la sesión de investidura de Carles Puigdemont. Y ello, explicó, porque un nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy, o de éste con Albert Rivera, "ni le conviene a Cataluña ni le conviene a España".

Mas abogó por que el próximo Gobierno de España permita hablar "de todo" y civilizadamente, lo que, sin embargo, no significa que Democràcia i Llibertat (DiL), la marca con la que CDC se presentó a las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, en las que cosechó ocho diputados, "vaya a echarse a los brazos de nadie en especial", aclaró Mas.

El secretario general del PSOE tiene el aval de los barones socialistas para buscar una "alternativa" al PP -si Rajoy fracasa en el intento de formar gobierno-, negociando con fuerzas de izquierda como Podemos e IU, pero siempre y cuando se respete el principio de soberanía nacional, algo que choca frontalmente con la exigencia de los de Pablo Iglesias de convocar un referéndum de autodeterminación en Cataluña en el plazo de un año.

No obstante, incluso si Sánchez lograra convencer a Iglesias de que retirara la exigencia del referéndum -lo que no parece nada probable, dado el compromiso adquirido en ese sentido por Podemos con sus marcas territoriales en Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana-, al líder socialista seguirían faltándole diputados. Y es ahí donde sería preciso contar con el PNV, que ya se ha mostrado dispuesto a hablar, y con DiL o ERC.

Por lo demás, Mas reiteró que su renuncia a la reelección no supone dejar la política y que no descarta volver a ser candidato algún día: "Sigo estando, cuento para el presente, cuento para el futuro", dijo ayer en el consejo nacional de CDC. Y justificó su "paso a un lado" diciendo que se había dado cuenta de que formaba parte "más del problema que de la solución" y que tuvo la "lucidez" suficiente para apartarse.

Dicho lo cual afirmó que el acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP que desbloqueó la investidura hace "viable" el proceso soberanista, lo que, a su juicio, ha hecho "saltar las alarmas" en Madrid, donde algunos estaban a punto de "brindar con cava".