Con independencia de la presencia de la infanta Cristina en el banquillo, el "caso Nóos" versa sobre el presunto desvío, por parte de Iñaki Urdangarín y su antiguo socio y amigo Diego Torres, de más de seis millones de fondos públicos entre 2003 y 2010.

El cuñado del Rey se habría valido de su condición de miembro de la Familia Real para conseguir que los políticos que gobernaban las instituciones financiasen sin ningún tipo de reparo, ni concurso público, sus proyectos y se olvidasen de controlar el destino de ese dinero.

Los relatos de la Fiscalía Anticorrupción y de Manos Limpias ocupan centenares de folios, pero los hechos presuntamente delictivos se agrupan en torno a cuatro Administraciones: el Gobierno balear, la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia y el Ayuntamiento de Madrid.

También existe un fleco de esas grandes y presuntas malversaciones de caudales: los delitos fiscales que habrían cometido Urdangarín y Torres al defraudar a Hacienda por las ganancias de sus trabajos con las Administraciones Públicas y las asesorías a grandes empresas.

La Infanta fue vocal del Instituto Nóos e inicialmente el juez Castro le acusó de ser el gancho para captar el dinero público y ser cómplice de su marido en la malversación. La Audiencia, finalmente, imputó únicamente a la menor de Felipe VI por dos delitos fiscales, al haber colaborado con su esposo, a través de la sociedad familiar Aizoon, a evadir 330.000 euros en impuestos.

El fiscal Pedro Horrach, por ejemplo, acusa por el presunto desvío de 1,2 millones de euros del Gobierno balear a Urdangarín y a Torres, con ocasión del foro sobre turismo y deporte Illes Balears Forum de 2005.

Horrach encuadra esos hechos en un delito de prevaricación, otro de fraude a la Administración y otro de falsedad documental en documentos mercantiles y el último y principal: una malversación de caudales públicos.

Además de a Urdangarín y a Torres, Anticorrupción acusa a otras cuatro personas por aquel foro: Jaume Matas, entonces presidente balear; José Luis Ballester, director general de Deportes; Gonzalo Bernal, gerente de la fundación Illesport, y Marco Antonio Tejeiro, contable de Nóos.

También es muy importante la figura del delito continuado, que se da cuando las acusaciones entienden que unos desvíos de fondos están relacionados con otros.