La confusión rodeó ayer el futuro de IU como organización política al trascender que su candidato en las últimas elecciones generales, Alberto Garzón, quiere poner fin a su andadura y fundar una nueva formación.

Garzón reaccionó inmediatamente a esta información, publicada por el diario "El País", asegurando que IU, "naturalmente", no "muere o desaparece por muchas veces que aparezca en un titular". Todo lo más, reconoció "toca repensar la izquierda", después de los pésimos resultados, en términos de escaños, obtenidos el pasado día 20.

Según el rotativo madrileño, el proceso arrancaría el próximo 9 de enero con la reunión de una comisión que "preparará la asamblea constituyente de la nueva organización sin las siglas de IU".

"La formación resultante buscaría de nuevo tejer alianzas electorales con Podemos, pero desde su independencia", continúa la información, en la que se sostiene que Garzón cuenta con la "aquiescencia" del Partido Comunista para acometer su plan.

Poco después, el diputado electo por Madrid contestó a la información mostrando su desconcierto en Facebook. En un texto escrito bajo el título "Enésima noticia del 'fin de IU'", Garzón ironiza: "Así, sin enterarme, he dado fin a mi organización política. Decir que es una situación surrealista sería quedarse corto".

Y explica que será en la próxima asamblea de IU, prevista para 2016, donde se debata sobre el futuro de la organización, aprendiendo "de lo mejor que ha dado la izquierda en estos años, pero también de la experiencia de la campaña y del trabajo, codo a codo, con gentes que no son de IU".

El proceso de debate, agrega Garzón, "debe desembocar en la conformación de una herramienta organizativa de la izquierda federal y transformadora que dispute el poder a la oligarquía y abra un proceso constituyente para un nuevo país".