El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quiere cerrar en el primer semestre de 2016 un nuevo modelo de financiación autonómica por unanimidad y sin que el Ejecutivo y las comunidades se tiren "los trastos a la cabeza".

El debate sobre el modelo de financiación se ha reavivado después de que algunos barones socialistas se mostraran a favor de "modular" el cupo vasco. Algunas regiones han llegado incluso a poner en duda el propio concierto económico y el convenio navarro, en contra del criterio de la dirección socialista

Rajoy recordó que el modelo actual, aprobado por el último Gobierno del PSOE y que ya debería haber sido revisado, no cuenta con el apoyo del PP. Además, el Ejecutivo defendió el concierto vasco y el convenio navarro y negó que supongan un privilegio.

Es más, el Ministerio de Hacienda niega que el País Vasco y Navarra tengan menor presión fiscal, más competencias normativas y de gestión en el ámbito tributario y unos niveles de financiación superiores a los de las regiones de régimen común.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, afirmó que los socialistas se sienten "a gusto" y "cómodos" con el cupo y el concierto económico vascos, y dijo que "el verdadero debate es renovar y actualizar el sistema de financiación autonómica, que el Gobierno de España lleva cuatro años sin hacerlo".

Pero el del PSC, Miquel Iceta, se declaró favorable a que los cupos vasco y navarro sea renegociado en un futuro -no así el sistema de concierto económico- porque actualmente hay un "abismo" en el rendimiento entre el sistema de financiación de régimen común y el de las comunidades forales. La presidenta andaluza, Susana Díaz, advirtió que va a seguir "levantando la voz" para que "se haga justicia" y se logre la "igualdad de trato".

El presidente valenciano, Ximo Puig, dijo que no está en contra de la foralidad, sino de las "asimetrías". El vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, defendió el concierto de los "sorprendentes ataques" de otras fuerzas.