La vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté, interpretó como un "juicio político" la imputación de Artur Mas por la convocatoria del proceso participativo del 9-N. Munté, además, denunció la "instrumentalización política" que a su juicio había en la querella que "presentó la Fiscalía General del Estado contra el parecer de los fiscales catalanes".

La también portavoz de la Generalitat cree que "no se ha hecho nada ilegal" y ve en la decisión judicial una "auténtica anomalía democrática" que atribuye a la Fiscalía General del Estado y al Gobierno.

Así, acusó de "cinismo" al Ejecutivo de Mariano Rajoy por sostener que la citación se produce ahora para no interferir en el proceso electoral del 27-S. "La presión sobre la Fiscalía -por parte de Gobierno- no ha parado en ningún momento, tampoco a lo largo de la campaña electoral. No ha habido respeto por ninguna fecha y por ningún periodo electoral", se quejó.

El portavoz de Convergència (CDC), Pere Macías, denunció que detrás de la citación judicial de Mas, dos días después del 27-S, hay una persecución política para descabalgar a quien ha ganado en las urnas.

Y el coordinador general de CDC, Josep Rull, subrayó que la imputación afecta a "la dignidad de todo un país", después de reprochar al Gobierno el uso "partidista" de la Fiscalía y su "cobardía" por tratar como un tema penal un asunto "político".

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, sostuvo que la imputación del presidente en funciones es "la mejor demostración" de por qué Cataluña debe ser un país independiente.

Más contundente, el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà achacó la citación de Mas a la "estupidez" del sistema político español y destacó que quienes "intentar acojonar a la ciudadanía catalana" no se van "a salir con la suya" porque, tras las elecciones del domingo, el proceso independentista "va viento en popa".

La coordinadora nacional de ICV, Dolors Camats, considera que imputar a Mas por el proceso participativo del 9-N "es un despropósito más del Gobierno del PP", que se suma "a los cometidos antes, durante y después" de la convocatoria y que ayudará "a aumentar la polarización".

La secretaria de Organización del PSC, Assumpta Escarp, aseguró que la decisión del TSJC es un "error" y "no ayuda" al "diálogo, la negociación y el pacto" necesarios tras las elecciones catalanas del pasado domingo.

Solo el PP catalán y Ciudadanos respaldaron la controvertida imputación de Mas, que generó una ola de solidaridad en las filas independentistas y, según algunos analistas, aumenta la presión sobre la CUP para que acepte investir al líder de CDC con sus votos. Munté pidió "respeto" para Mas por el "mandato" que obtuvo en las urnas, pero el PP catalán consideró que está "claramente inhabilitado" para ser investido presidente de la comunidad.