La Guardia Civil, en colaboración con las fuerzas de seguridad francesas, descabezó ayer a la cúpula de ETA con las detenciones de David Pla e Iratxe Sorzabal, en una operación que supone "un golpe definitivo" a la estructura encargada de gestionar el arsenal del que aún dispone la banda.

La "operación Pardines" -bautizada así en recuerdo a la primera víctima de la banda, el guardia civil José Ángel Pardines, asesinado en Guipúzcoa en 1968- se desarrolló en la localidad francesa de Saint-Étienne-de-Baigorry, situado a una decena de kilómetros de la frontera con Navarra, y en ella fueron arrestadas otras dos personas: Pantxo Flores, propietario de la casa rural donde se escondían, y Ramón Sagarzazu, antiguo jefe del "aparato internacional" de la organización terrorista.

Pla y Sorzabal dirigían el "aparato político" y eran los encargados de tratar de obtener contraprestaciones por la capitulación definitiva de ETA, además de gestionar el arsenal de armas y explosivos del que aún dispone.

Ambos forman, junto con Josu Ternera, que sigue huido, la cúpula de ETA y dieron lectura al comunicado en el que la banda anunció, hace casi cuatro años, el "cese definitivo" de su actividad armada, así como del intento de negociación política que se frustró en Noruega, país del que fueron expulsados. Desde entonces, se les situaba en Francia, donde fueron capturados.

David Pla, de 40 años, fue portavoz de la ilegalizada organización juvenil Jarrai y candidato por Herri Batasuna en las elecciones municipales de 1995. En 2000 fue detenido por su pertenencia al comando de liberados Eskiula y condenado a seis años de prisión por el delito de integración en banda armada. En 2006 fue puesto un libertad y en abril de 2010 detenido de nuevo en Hendaya (Francia) en el marco de una operación contra la estructura organizativa de ETA. Tras su puesta en libertad, Pla pasó a la clandestinidad y siguió vinculado al aparato político, del que llegó a ser su máximo responsable.

Por su parte, Sorzabal, de 43 años, llevaba en paradero desconocido desde 2001, cuando fue puesta en libertad provisional. Estuvo integrada en diferentes "aparatos" de ETA antes de su plena incorporación al "aparato político", que se materializó tras la detención, en octubre de 2009, del hasta entonces responsable, Aitor Elizaran Aguilar.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, consideró que las detenciones suponen el "descabezamiento absoluto" de la banda y añadió que ETA es, desde hace tiempo, "un cadáver al que le falta expedir el certificado de defunción". Un mensaje similar al que lanzó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien recordó a ETA que la única vía que tiene es la "disolución incondicional", y al del líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien demandó a la organización terrorista su "completa y pronta disolución".