Los hasta hoy consejeros de la Comunidad de Madrid Salvador Victoria y Lucía Figar, imputados en la Operación Púnica, han presentado su dimisión para no ser un impedimento a que Cristina Cifuentes (PP) sea investida presidenta con el apoyo de Ciudadanos, formación que no se conforma y quiere más limpieza.

Tanto el consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, como la de Educación, Lucía Figar, han renunciado hoy a sus cargos, dos días después de conocerse su imputación en el caso Púnica, que investiga una supuesta trama de corrupción municipal y regional centrada en ayuntamientos y autonomías de toda España que buscaba el pago de comisiones ilegales.

Ambos habían anunciado ya que tras esta etapa en el Gobierno regional iban a dejar la política, pero han anticipado su marcha unas semanas para facilitar las negociaciones con Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, condicionó el apoyo de su partido a la investidura de Cifuentes a que ésta fuese capaz de "romper" con la corrupción y "limpiar" su partido.

Poco después de conocerse las dimisiones, Ciudadanos ha convocado una rueda de prensa en la que su portavoz en Madrid, Pedro Núñez Morgades (hijo del que fuera delegado del Gobierno en Madrid y diputado del PP, del mismo nombre), ha considerado que el de hoy es "un primer paso de un gran camino que queda por hacer".

"Es un punto de partida salvado. Si no, no nos hubiéramos podido sentar con ellos el lunes a continuar con las negociaciones", ha dicho en referencia al PP.

Y desde Barcelona, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha avisado hoy al PP de que su partido "no se conforma" con las dimisiones de dos imputados para poder llegar a un acuerdo que facilite la investidura de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid.

Preguntado si ve en esas decisiones un "guiño" de los populares hacia Ciudadanos para el inicio de negociaciones, Rivera ha sido tajante: "Que un imputado abandone su cargo público no es un guiño, es una cuestión de dignidad, decencia y limpieza".

Lucía Figar ha comparecido hoy ante los periodistas visiblemente emocionada para defender que se ha ido por decisión propia, sin presiones y por el bien del partido, porque lo "esencial" para ella es que la candidata Cristina Cifuentes sea la próxima presidenta madrileña.

La ya exconsejera ha reconocido que irse por su imputación en el caso Púnica es "un plato de mal gusto" por el que está "deseando declarar cuanto antes", pero ha sostenido que ella "nada tiene que ver" con "mordidas" ni comisiones millonarias y que a día de hoy no sabe qué delito ha podido cometer.

Salvador Victoria ha anunciado su dimisión a través de un comunicado en el que, además de apuntar que no quería ser "impedimento" para formar un gobierno del PP, ha reiterado su "honestidad política en todos los aspectos de su gestión como cargo público" de la Comunidad.

Ha negado además "cualquier hecho" del que se le acusa y de los que, según ha justificado, ya ha dado las oportunas explicaciones en distintas comparecencias públicas y ruedas de prensa desde el pasado mes de febrero, y asegura que se le ha causado "un inmenso daño personal y familiar".

Tras conocer las dimisiones, el portavoz del PSM en la Asamblea de Madrid, José Manuel Franco, ha atribuido el gesto a una "táctica" del PP para conseguir que Ciudadanos apoye la investidura de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid.

En esa misma línea, el candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, José Manuel López, ha advertido a Ciudadanos -aunque sin citar a la formación- de que el PP es un partido que ha hecho de la corrupción su "sistema".

De momento, Cifuentes guarda silencio sobre la marcha de sus dos compañeros de partido, que le allanan el camino para continuar el lunes con las negociaciones con Ciudadanos.

En el Ejecutivo madrileño en funciones, los viceconsejeros de Presidencia y Justicia, Javier Hernández, y el de Educación, Manuel Pérez, sustituirán a Salvador Victoria y Lucía Figar al frente de las consejerías de Presidencia y Educación.