La presidenta en funciones de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, se presentará a la investidura, pero el candidato socialista, Emiliano García-Page, ya se ve presidente de la comunidad con el apoyo de Podemos, aunque las negociaciones entre ambos partidos aún no han comenzado.

El PSOE suma 15 escaños, por 16 del PP y 2 de Podemos, lo que da un mayor margen de negociación a los socialistas. Así, García-Page está convencido de que será el próximo presidente regional con el respaldo de Podemos. "Ahora mismo es la única opción" estable con la que salen las cuentas, explicó. Y más aún cuando Pablo Iglesias admitió ayer que ve "gestos reveladores de que la relación" con el PSOE ha cambiado.

El PP dice que "ha ganado las elecciones" y, por tanto Cospedal, "debería ser la que gobernase".